Jordi Cruz ha vuelto a 'entrar' en los hogares de todos los españoles y es que ha dado comienzo la décima edición de Masterchef.
Y la temporada parece que promete y mucho, pues ya nos ha dado momentazos para no olvidar. Entre ellos ni más ni menos que la participación de una expareja que se reencontró en el casting.
No obstante, el momento más duro de la velada lo ha protagonizado un concursante. Se trata de un madrileño de 38 años que ha emocionado a todo el mundo contando su duro pasado y también su complicado presente. Un presente que está marcado por el cáncer que sufre una persona muy importante en su vida: su padre.
Jordi Cruz conoce la dura historia del aspirante
El cocinero con varias estrellas Michelin ha conocido y seleccionado en el casting, junto al resto de sus compañeros, a los concursantes de la nueva edición. Con ellos ha bailado, se ha sorprendido e incluso se ha reído. Sin embargo, se ha ‘roto’.
David se ha presentado como emprendedor y ha destacado que, aunque es de Madrid, vive en Oviedo. Y es que allí vive su hijo de 6 años, fruto de una relación ya rota. Pequeño que se ha convertido en “el motor de mi vida”.
De su emprendimiento ha destacado que “he montado distintas empresas, unas han ido mejor, otras peor”.
En este alarde de sinceridad ha confesado que en los últimos años se ha tenido que tomar tiempo para él. Y ha explicado el porqué: “He sido o soy una persona con ciertas tendencias adictivas desde los 17 años hasta los 38 que tengo ahora. Han sido unos cuantos, media vida”.
“Y llegué a un punto en el que tuve que replantearme las cosas. Decidí cambiar mi vida por mí y dedicármelos a mí”, añadía.
Jordi Cruz descubre el duro momento personal del participante
El chef catalán y miembro del jurado se ha quedado estupefacto con la historia personal del concursante. Incluso ha llegado a emocionarse cuando este ha relatado el infierno que se encuentra viviendo en estos momentos.
Lo ha contado cuando Pepe Rodríguez le ha preguntado al joven por cómo su familia había afrontado sus problemas de adicciones. Su respuesta ha sido muy clara y contundente a la par que entre lágrimas: “Para ellos supongo que ha sido durísimo. Quizás más que para mí porque yo no me quería tanto como ellos me quieren”.
En este punto ha sido cuando se ha roto por completo pensando en sus seres queridos. Y es que ha afirmado que “tengo una deuda con mis padres. Más, en concreto, con mi padre, porque lamentablemente tiene un cáncer que no es operable”.
“Quiero que esté orgulloso de mí y demostrarle que soy un guerrero”.
Las palabras del aspirante a participante han impactado a los miembros del jurado, pero también el plato que ha presentado: “Tortilla de mar”. Tanto es así que ha logrado los votos de Samantha y de Pepe, suficientes para convertirse en concursante. Ha alcanzado su propósito de entrar a Masterchef y ha recibido la noticia de la boca de Rodríguez.
El cocinero manchego le ha dicho: “Ya estás ayudando a los demás porque sabes que tienes una deuda con esa gente que ha estado detrás. Ahora estás fuera, qué maravilla, qué suerte y disfrútalo. Tienes una edad para comerte el mundo”.
“Tienes un futuro esplendoroso, no lo desaproveches. Yo te voy a dar esa oportunidad y te voy a dar un sí porque te lo mereces. Te vas a comer el mundo y yo quiero que te lo comas con nosotros”.
Una oportunidad que ha provocado las lágrimas del madrileño, que ha manifestado: “No se van a arrepentir. Lo voy a dar todo. No he venido a concursar, he venido a ganar”.