José María López, según informa el diario El Confidencial, ha sido condenado a 15 meses de cárcel tras un largo proceso judicial. Todo empezó en 2017, cuando Carlota Prado aseguró que había abusado de ella durante el concurso Gran Hermano Revolution. Carlota abandonó la casa de Guadalix de la Sierra y asegura que ha sufrido graves secuelas psicológicas.
José María López, siguiendo la información de la fuente anterior, ha sido condenado por el juzgado de lo Penal nº 18 de Madrid. Le consideran “autor responsable de un delito consumado de abusos sexuales” que se produjo el 4 de noviembre de 2017. Carlota puso el asunto en manos de la justicia cuando pudo salir del concurso y hubo espectadores que dudaron de su testimonio.
José María ha defendido su inocencia hasta el último momento, pero la justicia no le ha dado la razón. El proceso ha sido largo y tedioso, de hecho Carlota ha llegado a reconocer que estaba cansada de segur luchando. Incluso le dieron la espalda muchas organizaciones feministas que le acusaron de tener ansia de protagonismo y luego le pidieron perdón.
El castigo de José María va mucho más allá que una pena de prisión, también le han condenado a pagar una indemnización. Debe entregarle 6.000 euros a Carlota por en concepto de daños morales y no es el único dinero que reciba la joven. La productora de Gran Hermano también le tendrá que dar 1.000 euros por ser “responsable subsidiario”.
José María López tiene nuevos problemas
El caso de Carlota Prado ha sido muy sonado, de hecho ha acabado con Gran Hermano y ya no se sabe nada más del programa. Telecinco ha emitido varias ediciones de famosos tras lo que pasó, pero ha bloqueado la versión de anónimos. En su lugar puso con concurso llamado Secret Story que tenía la misma esencia, pero no querían arriesgar demasiado.
José María, según lo publicado, aprovechó que Carlota Prado estaba bajo los efectos del alcohol para actuar contra su voluntad. Ahora debe pagar una indemnización, pues los abogados de la demandante han demostrado que Carlota no mentía.
El juez considera que López “guiado por un ánimo libidinoso, a sabiendas de que Carlota se encontraba bajo los efectos de un sopor etílico, le quitó los pantalones. Cuando ambos se encontraban ocupando la misma cama comenzó a realizar bajo el edredón movimientos de carácter íntimo, pese a que la víctima débilmente le dijo 'no puedo'”.
Carlota siempre ha mantenido la misma versión, pero hay quien ha dudado de ella. Esto le produjo unos daños psicológicos irreparables y tuvo que pedir ayuda a especialistas. Durante mucho tiempo se ha refugiado en los brazos de Coto Matamoros, el polémico hermano de Kiko Matamoros.