Julia Janeiro esperó a cumplir la mayoría de edad para abrir su perfil de Instagram. Un gesto con el que sumó 100.000 seguidores a su cuenta casi de un día para otro. Ahora, dos años después, la influencer, más conocida por ser hija de Jesulín de Ubrique y María José Campanario, es capaz de generar dinero aun sin referirse a sus populares padres.
Julia vio cómo su caché aumentaba de un día para otro tras poder ver su rostro sin pixelar. La agencia de representación de influencers Influencities señalaba hace un tiempo que Julia podría pedir "500 euros como mínimo por una fotografía en el muro". Una cifra que podría verse incrementada con el asesoramiento de una empresa especializada.
Julia Janeiro está centrada en su faceta como influencer
En este tiempo hemos visto cómo la hermana de Andrea Janeiro ha mostrado en su perfil la colaboración con diferentes firmas. Publicaciones relacionadas con moda y belleza que le habrían generado ingresos sin tener que, a cambio, hablar de su familia.
La citada agencia apuntaba que la hija de Jesulín podría tener como referente a Rocío Flores. "Un ejemplo clarísimo. Cuanto más tienes que contar, más puedes pedir, aunque Julia no hable de su familia, solo con el morbo que genera la tarifa sube", señalaban.
Janeiro abandonó el curso de Formación Profesional de Técnico en actividades comerciales que había comenzado y prefirió estudiar estética y maquillaje. “Siempre le ha gustado el tema de la caracterización. Es que a mi hija le gustan muchas cosas”, explicó en una ocasión su madre, María José Campanario.
Ahora, con más de 200.000 seguidores, Julia no ha concedido una entrevista ni ha hablado para los medios. Mientras tanto, sus padres se encargan de que no le falte de nada. La joven recibiría una importante asignación mensual con la que cubre sus gastos y caprichos.
De hecho, en su perfil de Instagram Julia no oculta las prendas y accesorios que llenan su armario, elementos al alcance de muy pocos bolsillos. Al parecer, su mayor obsesión son las zapatillas y cuenta con una amplia colección de deportivas. Ejemplo de ello son las Louis Vuitton Archlight con las que ha aparecido en alguna ocasión y que cuestan alrededor de 850 euros.
La hija de Jesulín de Ubrique no necesita hablar de sus padres para generar ingresos
Desde que cumplió la mayoría de edad, el nombre de Julia Janeiro ha aparecido en no pocos programas de crónica social. Precisamente su 18 cumpleaños se convirtió en tema central de programas como Sálvame y Socialité. Un momento en el que ambos espacios de Telecinco aprovecharon para mostrar su imagen extrayendo fotos de sus redes sociales.
Esta circunstancia fue demandada por la familia Janeiro Campanario y casi dos años después, la Justicia le daba la razón a la joven. La sentencia finalmente condenaba a Mediaset y a Kiko Hernández por "intromisión ilegítima en el derecho al honor, la intimidad personal y familiar y a la propia imagen".
El colaborador y el grupo audiovisual se vieron obligados a abonar una multa de 220.000 euros al considerar que ambos incurrieron en una campaña de acoso físico y online.
Fue la revista ¡Hola! la que desveló que la joven sufrió durante su infancia acoso escolar. Una complicada situación que provoco que sus padres tuvieran que intervenir y la sacaran del centro en el que estudiaba.
"Lo pasé muy mal por mucha gente, tanto dentro como fuera del colegio, hasta que me cambié a otro. Aun así, he aprendido mucho", contaba ella misma en redes sociales. Unas declaraciones que también fueron después comentadas por Kiko Hernández, quien aseguró haber recibido mensajes de compañeras de Julia defendiendo justo lo contrario.
Por el momento parece que Julia no necesita participar en un reality para rentabilizar su apellido, ella misma así lo reconocía en una ronda de preguntas de Instagram. "NO, nunca, no me aportaría nada que me interese y mucho menos que me beneficie", contestaba a uno de sus seguidores.