Kate Middleton ha vuelto a ocupar titulares por una inesperada revelación sobre la niñera que trabaja para su familia en Londres. María Teresa Turrión Borrallolleva más de una década al servicio de los príncipes de Gales. Es conocida por su impecable desempeño, sin embargo, una sorprendente norma de su labor ha salido a la luz.
La Familia Real británica ha enfrentado un año especialmente complicado, marcado por las enfermedades. Además de sus responsabilidades como herederos al trono, Kate y Guillermo han lidiado con la crianza de sus hijos George, Charlotte y Louis, contando con el incondicional apoyo de María Teresa.
Esta española, formada en el prestigioso Norland College de Bath, desempeña un papel crucia. No solo como responsable con los hijos, sino como figura central en el entorno emocional y disciplinario de los jóvenes herederos. Sin embargo, su trabajo está regido por estrictas normas que garantizan el desarrollo adecuado de los niños en un ambiente tan único como la Casa Real.
Kate Middleton lo revela: un salario acorde a su dedicación
El compromiso de María Teresa es total, algo que se refleja en su salario de 140.000 euros anuales. A pesar de ello, su tarea no está exenta de desafíos. Según se ha informado, una de las normas que debe cumplir no admite excepciones: evitar usar la palabra "children" frente a los pequeños.
El Norland College, donde se forman niñeras de la alta sociedad, enseña a sus alumnas técnicas avanzadas de psicología infantil, desarrollo emocional y seguridad. Entre estas lecciones destaca la importancia de emplear términos más cercanos, como “kids” o los propios nombres de los niños, en lugar del genérico "children".
La importancia del lenguaje cercano
Esta práctica tiene un propósito claro: fomentar un ambiente más cálido y personal. Según el centro, el término “children” puede resultar distante y demasiado formal, algo que no encaja en la filosofía de cercanía emocional que promueven. Louise Heren, experta en Norland y autora del libro Nanny in a Book, lo explicaba. “El objetivo es que cada niño se sienta valorado como individuo, no solo como parte de un grupo”.
Este enfoque es esencial en la crianza de los futuros monarcas, ya que potencia su autoestima y disciplina. Además, refuerza la conexión emocional entre los niños y ella, un aspecto especialmente valorado en entornos como el de la realeza.
Una disciplina cuidadosamente aplicada
El trabajo de María Teresa no solo consiste en velar por el bienestar emocional de los niños, sino también en asegurar que mantengan una conducta impecable en público. Heren lo detalla: “Cuando bajan de los aviones, toman de la mano a sus padres, sonríen y saludan. No puede haber rabietas ni llantos”.
Aunque las estrictas reglas de la Casa Real podrían parecer rígidas, el enfoque de Norland demuestra ser efectivo sin necesidad de recurrir a métodos severos. Heren aclara que, pese a la imagen tradicional del uniforme marrón de las niñeras de Norland, “esto no significa que su mensaje sea anticuado”.
María Teresa Turrión ha demostrado ser una pieza clave para los príncipes de Gales, equilibrando la calidez emocional con la disciplina que exige su posición. Su compromiso y habilidades excepcionales reflejan los altos estándares de una profesión que, aunque tradicional, sigue evolucionando para adaptarse a los tiempos modernos.