Sara es una italiana que lleva cinco meses en España y se dedica a hacer entrevistas para encontrar un trabajo. Sin embargo, no quiere volver a Milán, allí se siente oprimida. "En la Costa del Sol se está mejor".
"Quiero vivir, volver a respirar", asegura. No quiere un snob, un hombre que sea prepotente.
Fernando se define a si mismo como 'polisexual'. "Puedo estar con una chica, y a la hora si me gusta, con otra". Admira a Nacho Vidal, lo considera una persona muy interesante.
Le ha gustado Sara al verla. "Vivo con mi gorrión, es mi asesor del amor. Cuando tengo dudas, le enseño la foto de la chica y él decide si es la adecuada o no", confiesa.
Durante la cena les cuesta entenderse por la diferencia de idiomas, aunque Fernando dice que siempre le ha gustado el acento italiano.
Cuando les ponen música, ambos notan la química sexual y no dudan en bailar muy pegados.
"A mi cuando me gusta alguien se nota", confiesa Sara. Mientras que Fernando opina que "la música tiene un lenguaje que conecta a todos".
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Kike provoca a su cita de mala manera: "Pagas tú"
A Toñi no le ha ido muy bien en el amor, ha tenido parejas que no le han durado mucho. No ha vuelto a encontrar una pareja estable, pero ella no sabe en qué se está equivocando.
Ella confiesa que es madre soltera y ha criado a su hija sola, porque su pareja la abandonó cuando estaba embarazada de cinco meses.
Carlos Sobera bromea diciéndole: "A ver si este te dura al mes durante la cena, luego si quieres lo despachas".
Kike ha tenido dos relaciones serias, fueron muy bonitas pero al final terminaron mal. Kike le explica que tiene dos hijos mayores de unos 30 años, y le cuenta que vive de una forma muy independiente.
Justo por eso no quiere tener mascotas. "Una mascota te ata, no me llama la atención". Ese detalle supone un gran problema para Toñi, que adora a su perro.
Él considera que los dueños de las mascotas no respetan a los que no les gustan y no tienen, porque se comportan de manera muy incívica.
Toñi no está de acuerdo con eso, porque cree que a la mayoría si que le gustan los animales.
En lo que tampoco coindicen es que a ella le gusta Torrevieja, le encanta, pero él odia ir al Levante. "Odio las playas aglomeradas, estar rodeado de tanta gente me agobia. Aglomeraciones no", remarca.
Y los desencuentros entre ellos no acaban aquí, ya que directamente él la provoca de mala manera después de que ella le diga que es feminista.
"Entonces pagas tú", ha sentenciado sin cortarse un pelo. Algo que ha terminado de hundir su cita por completo. "¿No quieren igualdad, pues toma".
Fina dice 'no' a la gorra de Vicente
Vicente se considera una persona cariñosa y abierta con la gente. Ha estudiado, pero no le gusta estar en un despacho. "Me gusta la obra".
Se divorció porque no le gusta que le mientan ni que sean celosos. En mi trabajo voy a muchas casas, y era todo el rato: "Dónde vas, cómo era..."
Hay personas que se lo imaginan, y ojalá lo hubiera hecho, pero no. He estado con alguna clienta pero estando soltero.
Le gustan las mujeres elegantes, guapas. "Me gusta ir acompañado de un bombón". Y esa resulta ser Fina.
"Me gusta jugar al Parchis", reconoce ella. "Te puede ir todo genial, pero que te salga una tirada mala y fastidiar toda la partida".
A ella no le ha hecho nada de gracia su aspecto, ya que lleva gorra, lo que considera desarreglado.
Mientras que Vicente la considera atractiva, e incluso le ha regalado unas flores para conseguir ganársela.
Mientras que él no ha dejado de lanzarle piropos en toda la cena, Fina tiene claro que "no es el prototipo de pareja que yo tengo porque es bajito".
Finalmente, cada uno ha terminado yéndose por su lado, y es que ella no ve que pudieran tener una relación.