Kiko Hernández tendrá que hacer frente a un nuevo contratiempo. Desde hace unos meses mantiene una relación muy especial con su amigo Fran Antón. Sin embargo, este último parece estar cansado de la situación y le habría dado un ultimátum.
Cada vez que se ven lo tienen que hacer prácticamente en secreto, escondiéndose de los fotógrafos y de posibles curiosos. Lo que parecía una simple amistad va camino de convertirse en algo más, como desvelan desde el entorno del actor. Cada vez pasan más tiempo juntos lejos del teatro.
Kiko estuvo desaparecido durante unos cuantos días aprovechando las fiestas navideñas. Fue un buen momento para tomarse unas vacaciones y desplazarse hasta Melilla, donde pudo comerse las uvas con Fran y la familia de este. El tertuliano viajó con sus dos niñas.
Aunque trató de llevarlo todo con mucha discreción se acabó conociendo su destino. Las cámaras lo captaron paseando con su amigo en actitud muy cariñosa, señala Informalia. Al padre de Jimena y Abril no le ha hecho demasiada gracia volver a colocarse en el foco mediático.
Pensó que conseguiría pasar desapercibido lejos de Madrid, pero no ha podido ser. De hecho tuvo que modificar sus planes para despistar a los reporteros gráficos. En un primer momento se había hospedado con su amigo en la casa de un cuñado de este.
Sin embargo, con el paso de los días decidieron que era mejor esquivar a la prensa yéndose a dormir a un hotel. Además, optaron por sustituir el coche de alta gama que conducían por un utilitario más discreto. Pero ni así consiguieron su propósito.
Kiko Hernández no quería verse sorprendido por las cámaras y protagonizó un momento un tanto ridículo. Optó por esconderse en el maletero del vehículo que conducía el cuñado de Fran para ir al Melilla Puerto. Así lo corrobora un testigo que presenció los hechos y que desveló todo en Sálvame.
Explicó que los dos amigos "salieron con un coche diferente, que es del primo de Fran". El colaborador "salió en el maletero del coche", consciente de que alguien podría inmortalizar el momento.
Es tal su obsesión con la prensa que "cuando llegan al hotel saben que los periodistas estáis allí. Y solicitan entrar por la zona de montacargas". Son conscientes de que resulta "físicamente imposible que le fotografíen ahí", indican.
Al tertuliano de Mediaset le molesta mucho que se hable de su vida privada. Siempre ha sido muy celoso de su intimidad, incluso aseguran que en ocasiones se excede. Cuentan que para que no le reconozcan por la calle llega a ponerse gorras y gafas de sol a todas horas.
Todo esto se agravó a raíz de la adopción de sus dos hijas. Para las revistas se convirtió en un personaje muy codiciado, pero a través de sus abogados se encargó de lanzar una advertencia. No consentiría que nadie les fotografiara por la calle.
Kiko Hernández se lleva una sorpresa
Kiko Hernández pretendía disfrutar de unos días muy tranquilos en Melilla. No contaba con la presencia de los medios. Sin embargo, la persona que se encargó de filtrar su ubicación estaría mucho más cerca de lo que él piensa.
Al parecer, el actor empieza a cansarse de su situación. Desde su entorno afirman que pretende normalizar la relación y dejar de esconderse. Entiende que no hay motivos para estar todo el día huyendo de los reporteros.
Personas próximas a él, como su hermano y su primo, le estarían ayudando con este propósito. "No me extrañaría que fueran ellos quienes filtran a la prensa los movimientos de la pareja, bajo las órdenes de Fran", indicaron.
Kiko Hernández se llevaría todo un mazazo de ser esto cierto. Siempre había confiado en su amigo, pero no le perdonaría una deslealtad de este tipo.
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