Kiko Rivera ha vuelto a poner en juego, una vez más, su matrimonio con Irene Rosales. Su esposa estaría replanteándose muy en serio continuar con la relación tras lo ocurrido hace unos días. Se muestra muy cansada y sin ganas de seguir luchando por esta historia.
El hijo de la Pantoja aseguró tras sufrir el ictus que empezaría a cuidarse, a llevar una vida más ordenada. Pero aquello se quedó más en un deseo que en una realidad. Con el paso de las semanas se comprobó que aquel susto no le iba a hacer cambiar de hábitos.
Kiko Rivera ha descuidado por completo la alimentación, y tampoco se ha quitado el tabaco y el alcohol. Las fiestas siguen estando muy presentes en su día a día.
Recientemente, publicó en redes sociales una fotografía en la que se le puede ver más delgado de lo habitual. Pero hay mucha desconfianza con la fecha en la que fue tomada. Los seguidores sospechan que se trata de una imagen antigua y que en realidad ese no sería su aspecto en la actualidad.
Como es lógico, le preocupan muchos los comentarios que puedan hacerse sobre su vida desordenada. De ahí que compartiera una instantánea donde muestra su cuerpo sin camiseta ante el espejo. Se le puede ver más estilizado, recibiendo los piropos de su esposa, que le contesta con un "mi guapo".
El DJ no parece muy preocupado por los problemas de salud que sufrió en el pasado. El pasado 9 de febrero cumplió 39 años y no perdió la oportunidad de celebrarlo a lo grande con una gran fiesta. Reunió a unas 40 personas, entre las que estaban su mujer y sus hijos.
Kiko Rivera trató de que los invitados no olvidaran ese día. Él se encargó de amenizar la velada pinchando la música, en una celebración en la que no faltaron la bebida y la comida. La fiesta se alargó más de lo pensado inicialmente.
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Llegado un momento de la noche, Irene le pidió que pusiera el punto y final al evento. Las niñas ya estaban cansadas y los vecinos se encontraban molestos porque no podían dormir. El ruido era insoportable.
Pese a las peticiones que le hizo su esposa, el hijo de la Pantoja no cedió. Eso provocó que la excolaboradora de Telecinco acabara dándole un ultimátum. Tal y como recoge Informalia, entre ellos dos se originó una gran bronca, de la que fueron testigos todos los invitados.
Después de comprobar aquella escena, los amigos del DJ optaron por marcharse. El cabreo de Irene era monumental y quisieron evitar que la situación fuera a mayores. Sabían que de esa manera le iban a quitar un problema de encima al hermano de Isa.
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Kiko Rivera pone en riesgo su vida
Kiko Rivera sufrió un ictus hace unos meses que estuvo a punto de costarle la vida. Después de unos pocos días ingresado en el hospital le hicieron ver que los hábitos que llevaba no eran los más adecuados. Como es lógico, se llegó a replantear su situación y prometió a su entorno más próximo que haría unos cuantos cambios.
Pero aquello le duró muy poco. Al cabo de unas semanas ya se le pudo ver de fiesta con los amigos y consumiendo comida basura. Todo esto ha conseguido sacar de quicio a su pareja.
Lo ha dejado todo para estar a su lado y cuidarle las 24 horas del día. Está comprobando como sus esfuerzos no sirven de nada. Él se encarga de estropearlo todo sin medir las consecuencias que tienen sus actos.
Kiko Rivera ha regresado a su trabajo como DJ y tiene muchas posibilidades de recaer. Su mujer estará muy pendiente de lo que haga.