Kiko Rivera sigue muy pendiente de todo lo que ocurre en torno a su familia. Hace una semana, Isabel Pantoja volvía a la primera línea mediática tras acusarla una amiga de tener una deuda con ella. Le reclamaba 150 000 euros tras anular un compromiso profesional.
El DJ ya ha advertido que quiere mantenerse al margen de todos los conflictos de Cantora. Después de sufrir un ictus trata de recuperarse al lado de su esposa y sus hijas. No quiere saber nada de la cantante, pero tampoco de su hermana.
Kiko sabe perfectamente todo lo que ocurre en esa casa, pero de momento prefiere guardar silencio. Recientemente abordaba su estado de salud con sus seguidores de las redes sociales. Al contrario de lo que se pensaba, lo hacía gratis.
Más de uno le acusó de querer sacarle partido a la enfermedad. Se especuló con que vendiera una exclusiva dando detalles de lo ocurrido, pero de momento no ha sido así. Por lo tanto, ya ha cerrado unas cuantas bocas.
El 'universo Sálvame' ya ha puesto a trabajar toda la maquinaria para rescatar a Isabel Pantoja. En realidad, nunca la habían abandonado, aunque ahora es un buen momento para colocarla de nuevo en el punto de mira. Aprovechando esta nueva polémica, el DJ podría regresar a los platós o conceder una entrevista en una exclusiva.
Se lo están poniendo en bandeja para que reaparezca lo antes posible. Y él posiblemente no se lo vaya a pensar demasiado.
Una amiga de la cantante, Begoña Gutiérrez, se sentó hace una semana en el Deluxe. Aseguró que la relación entre ellas se había roto y la culpa la tenía los 150 000 euros que le adeudaba la artista. Al parecer, había incumplido un contrato relacionado con la gira americana que tenían cerrada y que optó por retrasarla por problemas con el visado.
Kiko Rivera sabe que su madre no dispondría de esa cantidad de dinero. Pero eso podría acelerar la venta de Cantora, que lleva ya un tiempo en el mercado, pero que no ha conseguido aún comprador. Es algo que afecta también al marido de Irene Rosales, que tiene un porcentaje de dicha finca.
En cualquier caso, las declaraciones de Begoña vuelven a dejar de nuevo en mal lugar a Isabel. Planeó esta gira de conciertos antes de la pandemia, pero cuando decidió regresar a los escenarios optó por asociarse con otro promotor. Se puede decir que la dejó 'tirada' y con un contrato que cumplir.
La relación que mantenían estas dos amigas iba más allá de lo profesional. Y para dejar constancia de ello compartió unos audios de las conversaciones con la cantante. "Otra amiga diría, «mira, como estás en Cantora voy a pasar el día contigo», pero como eres mala y perra", se le escucha a la viuda de Paquirri.
Kiko Rivera, contra todos
Kiko Rivera trata de recuperarse del ictus en su casa. Tanto su hermana como su madre han tratado de ir a visitarle, pero él les ha cerrado todas las puertas. En el caso de Isa, se plantó en el hospital, pero no le permitieron entrar a la habitación.
La artista se puso en contacto con Irene Rosales y le recomendó que se quedara en casa. Por el bien del DJ, lo mejor es que se mantuviera lejos de él. Solo ha conseguido hacer las paces con su prima Anabel, que fue una de las pocas personas que pudo verle.
Begoña desveló los continuos enfrentamientos que había entre Isabel y su hija. "No puedo más, no puedo consentir lo que está haciendo", se le escuchó en los audios a la artista. Continuaba diciendo que "yo la amo, aunque ella diga que no".
Kiko Rivera conoce muchos secretos de la familia, y quizás no quiera desaprovechar esta oportunidad. No descarta que pueda reaparecer en los medios para continuar atacando a su hermana.