Tina Turner nos dejó en la tarde de ayer a los 83 años tras sufrir una larga enfermedad. La leyenda de la música estadounidense, y una de las artistas más brillantes de su tiempo, vendió más de doscientos millones de discos. Sin embargo, la vida personal de la artista estuvo marcada por las dificultades, la desgracia y el abandono, circunstancias que la marcaron para siempre.
Era el portavoz de la familia el encargado de informar, a través de un comunicado, el fallecimiento de Tina Turner en su domicilio, próximo a la ciudad suiza de Zúrich. Anna Mae Bullock, verdadero nombre de la cantante, creció entre la pobreza, aunque no le faltó comida. A la edad de ocho años entró en el coro de la iglesia donde llamó la atención por su prodigiosa voz.
Fue la música lo que le ayudó a evadirse del acoso escolar, del hogar desestructurado, del abandono de sus padres y la autoridad de una abuela que Tina sufría a diario. Turner comenzó su carrera a finales de la década de los cincuenta y se retiró definitivamente del mundo del espectáculo en 2013.
Su complicada vida personal ha servido para hacer crecer la leyenda creada alrededor de la artista. Una carrera musical que estuvo, desde el principio, marcada por el compositor y músico Ike Turner. De su mano comenzó en la música y de él obtuvo su nombre artístico, ella tenía 17 años cuando se conocieron e integró la banda Kings Of Rhythm.
Tina Turner vivió con su primer marido una relación tormentosa
A los 18 años, Tina tuvo a su primer hijo, Craig, tras una breve relación con Raymond Hill, saxofonista del grupo. Poco después la cantante comenzó una relación con Ike Turner con quien tuvo a su segundo hijo, Ronald. La pareja se casó en Tijuana en 1962.
Además, Tina adoptó legalmente a los dos hijos que su marido había tenido de una relación anterior, Ike y Michael Turner. La historia de la pareja siempre estuvo marcada por la adicción de él a la cocaína. Tina padeció varios episodios de violencia de género que posteriormente relató en sus memorias.
Tina sufrió durante muchos años palizas que le ocasionaron roturas de mandíbula, de labios, articulaciones dislocadas, ojos amoratados. Heridas físicas y psicológicas que abocaron en un intento de suicidio. En 1978, la cantante se divorció y encontró cierta paz interior en los cánticos budistas, en un momento en que estaba sin dinero, con deudas y sin hogar.
Tina comenzó una nueva vida y también una carrera en solitario. En 1985, cuado tenía 46 años, conoció por casualidad a Erwin Bach, un productor musical doce años más joven que ella con el que comenzó a salir un año después. Bach le aportó la estabilidad sentimental que necesitaba para mantener su carrera musical.
La tragedia marcó la vida de la artista, sus dos hijos fallecidos
Tras casi tres décadas juntos, se casaron en 2013 y solicitaron la nacionalidad suiza tras haber vivido desde hacía veinte años en el país. Sin embargo, la tragedia de nuevo golpeó la vida de la artista. En 2018, durante la estancia de Turner en París con motivo de la Semana de la Moda, recibió la noticia del suicidio de su primogénito, Craig Raymond, a los 59 años.
Tres años después, su segundo hijo fallecía debido a las complicaciones del cáncer de colon metastásico que padecía. Además, padecía aterosclerosis, un problema cardíaco que consiste en acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias dentro de las arterias.
“Ronnie, dejaste el mundo demasiado pronto. Con dolor cierro los ojos y pienso en ti, mi amado hijo”. Eran las palabras que Tina dejó escritas en sus redes sociales para compartir la noticia del fallecimiento de Ronnie.