Laura Madrueño fue testigo del mayor descubrimiento que Alma Bollo decidió desvelar ante todos. La presentadora asistió al Puente de las emociones de la hija de Raquel Bollo y no pudo ocultar su emoción.
La superviviente afrontó su prueba más dura a nivel sentimental, confesando aquello que le ha atormentado durante su vida. Sin embargo, para muchos tanto sentimentalismo solo es una estrategia para conmover a la audiencia y llegar así a la final.
Laura Madrueño descubre la gran verdad de Alma Bollo
Laura Madrueño fue la encargada de acompañar a Alma en un viaje por su pasado donde los sentimientos estuvieron a flor de piel. La joven de 23 años siempre ha afirmado que su vida no ha sido nada fácil y que hay ciertas cosas que no consigue superar.
Durante el concurso ha hablado sobre lo que sentía por Chiquetete quien jamás la aceptó y que optó por apartarla de su vida. Ahora, en el Puente de las emociones, Laura escuchó con atención todo lo que la superviviente ha estado ocultado todo este tiempo.
Paso a paso, Madrueño formuló las preguntas acertadas para conseguir que Alma se abriera y se desahogara. Así consiguió que la hermana de Manuel Cortés diera más de un titular que dejó a todo el plató de Supervivientes en silencio.
La presentadora comenzó con el primer escalón dedicado a la infancia. Una etapa complicada, pero que nunca le impidió ser feliz. "He tenido todo lo que he querido y más, han luchado por mí todo lo que han podido y más", comentó.
Sin embargo, hay algo que jamás pudo conseguir: el cariño de su padre. Y es ahí donde Laura quiso entrar instándola a que diera el paso hacia el peldaño de 'la soledad'. "Conforme iba creciendo, ya en la adolescencia, doy un paso para introducirme en la soledad", comenzó diciendo.
"Me iba dando más cuenta de las cosas que faltaban en mi vida, por ejemplo, una figura paterna", señaló emocionada. Fue entonces cuando Madrueño se enteró de boca de Alma de su mayor secreto. "La soledad no se supera, aprendes a vivir con ella", sentenció.
Laura Madrueño no consigue convencer a la audiencia
Laura se esforzó por hacer que los espectadores conocieran a la verdadera Alma. No obstante, a estas alturas del concurso son muchos los que ya no se creen sus lágrimas. El hecho de que haya hablado durante su estancia en Honduras de Chiquetete es algo que comienza a cansar a sus detractores.
Así las cosas, por mucho que Madrueño empatizó con ella, solo sirvió para alimentar los rumores sobre un posible favoritismo. "Ahora toca intentar blanquear a Alma para colocárnosla en la final", opinaba una usuaria de las redes. "Este puente es para que de pena y se note menos que la salvan los de arriba", señalaba otra.
Tras acabar la prueba, Laura se fundió en un abrazo con Alma, consciente del duro trabajo que había realizado. Para la presentadora era la primera vez que se enfrentaba a una prueba tan llena de emociones y no pudo evitar conmoverse.
Y es que los titulares que dio la hija de Raquel Bollo fueron de lo más estremecedores. Quizás el más llamativo fue el que no ha podido perdonar a su padre por mucho que lo ha intentado. "No consigo perdonar lo que le hizo pasar a mi madre, lo que hizo pasar a mi hermano, ni lo que me hizo a mi".
"Soy muy luchadora en todo, en mi vida, con mi hija, espero que eso sea lo que se esté viendo, lo valiente que soy", aseguró. No obstante, lejos de conseguir poner a los espectadores de su parte, lo que consiguió fue el efecto contrario. "No dan pena ninguno, la historia está ya muy reventada por todos ellos", opinó una espectadora.