Leonor tiene que justificar en Zarzuela cada euro que gasta. Saben que durante su periplo en tierras galesas le toca realizar un desembolso importante. No hay que pasar por alto, que como cualquier chica de su edad, también tiene sus vicios y aficiones, a los que destina bastante dinero.
Siempre surgen dudas sobre el trato que recibe la princesa en casa. Hacen todo lo posible para que pase inadvertida y sea una más en el internado donde cursa el último año de bachillerato. Pero tampoco se puede pasar por alto que procede de una familia con recursos, por lo que en principio, no debiera faltarle de nada.
Sin embargo, Leonor procura ajustarse a la economía del resto de compañeros. La revista Hola desvela esta semana algunos detalles de la vida de la joven en el centro de Gales. Para que no existan grandes diferencias entre los distintos alumnos, proponen que todos lleven la misma cantidad.
"Para evitar la disparidad entre los estudiantes, la mayoría becados", el colegio aconseja que el "dinero de bolsillo no supere los 600 euros por año". La hija de los reyes no tiene intención de dar la nota y parece conformarse con esta cantidad.
El internado cuenta con un Banco Universitario que permanece abierto cinco días a la semana. También en el recinto se puede encontrar un establecimiento para adquirir artículos esenciales. En cualquier caso, esta cifra suena un tanto irrisoria.
Sobre todo si hacemos cuentas y analizamos qué se puede comprar hoy en día con 12 euros semanales. Y más en el caso de los jóvenes, que empiezan a gastar sus pagas en refrescos, chucherías o incluso tabaco.
Leonor trata de llevar una vida lo más sencilla posible, como demuestra el hecho de que no perciba más dinero de lo que necesita. Continúa entrenando a su deporte favorito. "En Gales sigue jugando a voleibol", que también lo "practicaba en Santa María de los Rosales", además de estudiar árabe y francés, cuenta la revista.
En lo que se refiere al proceso de adaptación, señalan que no ha tenido ningún tipo de problema. Encajó a la perfección en el centro y venía de estar muy a gusto el pasado curso. Tampoco siente nostalgia ni echa de menos Madrid, aunque le gustaría pasar más tiempo con los suyos.
Es muy estricta en lo que se refiere a los horarios. "Es de las primeras en llegar al aula y de recogerse en su residencia". El centro mantiene una comunicación directa con los padres.
En el caso de que no cumpliera las normas establecidas se lo harían llegar a los reyes en el boletín trimestral. Aseguran que además de la evaluación académica, en las notas también se recoge el compromiso social, su comportamiento y cómo vive la experiencia. En algunos casos llega a alargarse hasta tres hojas.
Leonor cumple con sus obligaciones
Leonor se muestra de lo más responsable en el internado. Explica la publicación que "es responsable de mantener limpia y ordenada su ropa y su habitación". En la pared de su cuarto cuenta con un tablón en el que tiene pegadas unas cuantas fotos y una bandera de España.
El baño se comparte entre dos y cuatro dormitorios, y a la hora de fregar los platos no se le caen los anillos. "Nunca ha dejado uno usado en el fregadero", destacan.
Sin lugar a dudas, su estancia en Gales está resultando de lo más satisfactoria. Ha aprendido a valerse por sí misma, pero también ha conseguido madurar gracias a las iniciativas del centro. Cuando llega a Zarzuela, posiblemente no se comporte de la misma manera.
Leonor apura ya el último curso en este internado. Su intención a partir del próximo año es estudiar Derecho y hacer la carrera militar.