Letizia acudió a Londres al funeral de Isabel II. De luto riguroso, los reyes de España se instalaron en la residencia del embajador español en Reino Unido. Los lazos que unen a los Borbones y la familia real británica se remontan a la reina Victoria.
Cuando Letizia se enteró del fallecimiento de la soberana, Felipe VI envió un telegrama de pésame a su hijo Carlos. En sus palabras apuntó que Isabel II será recordada "como una de las mejores reinas de todos los tiempos". "Fue un ejemplo para todos nosotros y permanecerá como un legado sólido y valioso para las generaciones futuras", continuaba el emotivo mensaje del jefe del Estado.
Letizia conoce los lazos que unen a los Borbones y a los Windsor
El rey Felipe VI mantenía una relación cercana con Isabel II, a la que cariñosamente llamaba tía Lilibeth, apelativo que utilizan otros miembros de la familia real británica. Ambas casas reales están unidas por lazos familiares. Los padres de Felipe VI, don Juan Carlos y doña Sofía, son tataranietos de la reina Victoria de Inglaterra, como también lo es Isabel II y lo era su marido.
El fallecimiento de la soberana supuso un acontecimiento de alcance mundial y su funeral pudo ser visto por unos 4.000 millones de espectadores. La causa de la muerte de la monarca fue la "vejez", según apuntan los extractos de su certificado de defunción. El documento concreta que falleció a las 15:10 hora local (14:10 GMT) en el castillo de Balmoral, en Escocia, el 8 de septiembre de 2022.
Tres horas tardaron en hacerlo público. El certificado de defunción, publicado por National Records of Scotland, cita la palabra "vejez" como única causa. La informante de su muerte fue la princesa real, su única hija. El mismo motivo que figura en el certificado de defunción de su esposo, el príncipe Felipe de Edimburgo.
Letizia descubre la contradicción que lo cambia todo
Sin embargo, un libro recientemente publicado contradice esta información oficial.Gyles Brandreth, escritor y amigo de Felipe de Edimburgo, asegura que la soberana británica falleció a consecuencia del cáncer. Así lo explica en su libro, Elizabeth: An Intimate Portrait (Isabel: un retrato íntimo).
Siempre según el autor de la publicación, la monarca tenía cáncer de médula ósea. Una enfermedad que "explicaría su cansancio y pérdida de peso y esos «problemas de movilidad» que, a menudo, nos preocupaban", apunta Brandreth a medios británicos. Supuestamente Isabel II habría padecido esta enfermedad en su último año de vida lo que le impidió asistir a varios actos programados.
Un tipo de tumor para el que no hay cura. Suele tratarse con fármacos que ayudan a regular el sistema inmunitario y medicamentos que previenen el debilitamiento de los huesos. Este tratamiento puede contribuir a reducir la gravedad de los síntomas y aumentar la supervivencia del paciente en meses o dos o tres años.
Gyles Brandreth señaló que la reina conoció en todo momento lo que le pasaba y lo aceptó. "La verdad es que Su Majestad siempre supo que el tiempo que le quedaba era limitado. Ella aceptó esto con la gracia que era de esperarse", afirma el amigo de Felipe de Edimburgo.
Una información que habrá sorprendido a Letizia y Felipe que hasta ahora pensaban como motivo del fallecimiento de tía Lilibeth su avanzada edad. Sin duda la muerte de la monarca más longeva de la historia del Reino Unido hizo que durante horas la prensa mundial divagara sobre qué causó tal desenlace.
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