La reina Letizia se encuentra lejos de España junto a su marido, el rey Felipe. Los dos han viajado hasta Angola para asistir a varios eventos institucionales que el monarca tenía marcados en su agenda.
En dos actos celebrados este martes, Letizia sorprendió con su vestimenta. Como es habitual, los modelos de la reina se analizan por completo y a nadie se le han escapado los motivos por los que había elegido dichas prendas.
Por la mañana lució un vestido con topos blanco y negro. Por la tarde, su opción era una blusa blanca con una falda negra. Y es que Letizia tenía motivos de sobra para lucir de negro. Es más, la reina básicamente estaba de luto para recordar el que, seguramente, es el peor día de su vida.
Este martes 7 de febrero se cumplían 16 años de la trágica muerte de Érika Ortiz. La hermana pequeña de Letizia se fue de esta vida y dejó completamente consternada a toda la familia. Lo hacía con tan solo 31 años y dejando a su hija pequeña, Carla Vigo, que solamente tenía 6.
Letizia llora a su hermana lejos de casa
Nunca habíamos visto a Letizia tan destrozada en público como en el día del funeral de su querida hermana. En aquella época, en la que todavía no era reina, Letizia estaba embarazada de 6 meses de la infanta Sofía, su hija pequeña. Muchos no olvidarán nunca los gritos y lágrimas de la madre de Leonor en la despedida de Érika Ortiz.
De hecho, aseguran que a partir de ese día la reina cambió para siempre y ya no ha vuelto a ser la misma. Aunque ha intentado seguir muy al pendiente de su sobrina, que ha protagonizado alguna que otra polémica este último año.
Érika Ortiz tuvo una vida complicada. Sus allegados cuentan que era una persona muy sensible y que le costó superar el divorcio de sus padres, Jesús Ortiz y Paloma Rocasolano. Letizia intentó ayudarla lo máximo que pudo, dejándola vivir en su piso de soltera en Vicálvaro, según cuenta Informalia.
De este modo, Letizia ha tenido que pasar este día tan triste lejos de su casa y sin sus hijas. Y es que Leonor sigue estudiando segundo de bachillerato en Gales, mientras que Sofía tenía que afrontar sus compromisos escolares en España.