Letizia ya ha regresado a España tras despedir en Atenas al hermano de Sofía, Constantino de Grecia. El funeral, que congregó a miembros de la realeza europea, ha dejado imágenes y gestos cuyo análisis deja en evidencia la realidad de la relación entre la Familia Real española.
Los reyes Felipe y Letizia, los eméritos, las infantas Elena y Cristina y sus hijos se han esforzado por mostrar una imagen de unidad. Según la periodista Pilar Eyre, que ha analizado cada detalle de los vídeos retransmitidos, hemos asistido a una perfomance en toda regla.
Letizia, por primera vez, copia el ejemplo de Sofía de Grecia
Según Eyre, Letizia ha copiado el ejemplo de Sofía, pues fingió, como hasta nunca había hecho, que era íntima amiga de Marie Chantal. Agarró el brazo de la mujer de Pablo de Grecia cuando pasaba por delante de los fotógrafos. Juntas y sonrientes, mostrando su complicidad queriendo dar a entender que habían perdonado lo sucedido cuando ambas se conocieron.
En el funeral celebrado en la catedral de Atenas, donde se casaron Juan Carlos y Sofía, llamó la atención el comportamiento del emérito hacia Sofía. La madre del Rey Felipe VI, triste y abatida, por un lado, Juan Carlos, visiblemente malhumorado, apoyado en el brazo de su ayudante, por otro.
El suegro de Letizia pausó su exilio en Abu Dabi para despedirse de su cuñado al que hacía años que no veía. Una reaparición en la que pudimos observar cómo sus problemas de movilidad se han acentuado. El emérito requirió de ayuda constante para caminar, de su bastón y del brazo de sus escoltas.
La lectura de los gestos de los suegros de Letizia
Destaca Pilar Eyre que “Juan Carlos no le dedicara a su mujer ningún gesto de alivio o consuelo”. Al salir del templo, en la escalera, se vivió un momento incómodo. La reina Sofía estaba recibiendo el pésame por parte de otros invitados, mientras Juan Carlos, que venía detrás, algo le dijo.
Expertos en lectura labiofacial aseguran que el emérito le habría dicho “apártate” a lo que Sofía habría sonreído y habría continuado rápidamente cortando el saludo. Parecía, pues, que Juan Carlos, con evidentes problemas de movilidad, tendría prisa por regresar al vehículo que debía llevarles hasta Tatoi.
Pero este no fue el único desplante del emérito a su mujer. Juan Carlos de Borbón instó a Sofía a que detuviera su saludo al pueblo griego para llegar al coche oficial. La reina emérita volvió a apartarse dejando la alfombra en su totalidad a Juan Carlos y a su asistente.
Hubo otros gestos e incluso un movimiento de bastón que hizo que la suegra de Letizia se diera aún más prisa. Sin duda la lectura de estos detalles no concuerdan con la imagen de concordia y unidad que quisieron dar en el funeral.
El adiós a Constantino dejó otras imágenes no menos curiosas. El posado de los príncipes de Dinamarca, Joaquín y Federico, junto a su madre, la reina. Fue la reaparición familiar tras la decisión de la monarca de retirar los títulos a los cuatro hijos de su hijo pequeño, algo que provocó grandes tensiones en la familia.
Los hijos de Elena de Borbón acompañaron y posaron junto a su madre con quien tienen una relación que no pasa por su mejor momento. Se comentó que la hija de la infanta Elena se iba a ir a vivir con su abuela Sofía tras una discusión con su madre.
En cuanto a Froilán, se especula con la posibilidad de que viaje con Juan Carlos para apartarse de las polémicas en las que últimamente se ha visto envuelto.
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