Últimamente, la reina Letizia ha tenido que hacer frente a varios problemas de salud que tienen en vilo a su familia.
Para empezar, hace unas semanas se daba a conocer que la monarca padece una extraña condición en los pies, una metatarsalgia que produce dolor e inflamación y le impide llevar tacones.
Eso, sumado a la alopecia nerviosa de la que lleva tiempo tratándose y que le ha dado más de un disgusto a Letizia.
Y, por si fuera poco, sus dos hijas se veían obligadas a ausentarse de los actos celebrados en Cadavedo tras los Premios Princesa de Asturias.
Según explicaba la propia Letizia a los presentes, la infanta Sofía había pasado mala noche y que Leonor también se encontraba regular al despertarse. "Supongo que en 24 o 48 horas se les pasará. Algo les debió sentar mal".
Nada menos que una gastroenteritis que les obligaba a cancelar sus planes y tomarse un tiempo para descansar.
Sin embargo, más allá de ese pequeño inconveniente, hay enfermedades con las que la familia debe lidiar desde hace tiempo.
Por ejemplo, la dentadura de la princesa Leonor lleva acaparando desde hace meses numerosos titulares. ¿Qué le pasa a la princesa en la boca? Es la pregunta que muchos se han hecho tras ver que a la hija de los reyes le faltan dos dientes frontales.
Algo que se explica debido a una extraña enfermedad genética: "Leonor sufre una agenesia hereditaria, una enfermedad que consiste en la inexistencia o falta de crecimiento de uno o más dientes debido a la ausencia de tejido primordial", explican al respecto.
Y ella no es la única que debe hacer frente a una condición tan delicada, ya que su padre también evita sonreír en público y se limita a esbozar una ligera sonrisa cuando se precisa.
La reina Letizia, preocupada por la enfermedad que pone en riesgo a su marido
Lo que pocos sabrán es que desde joven, el rey Felipe también ha sufrido algún contratiempo por el mal del 'sorojchi', comúnmente conocido como 'mal de altura'.
Durante un viaje a Bolivia, el marido de Letizia recibía instrucciones precisas para que dicha enfermedad no le diese ningún disgusto, teniendo en cuenta que se encontraban a 3.600 metros sobre el nivel del mar.
"El primer día tiene que tomárselo con mucha calma, estar casi todo el rato sentado, muy poco tiempo de pie. Y, por supuesto, no coger el menor bulto ni subir escaleras", le recomendaban a Felipe por su propio bien.
Sin embargo, y pese a que el monarca intentaba mantener la compostura en todo momento, los medios terminaban captando la extraña palidez de su rostro.
"A la recepción acudieron bastantes bolivianos y había un cierto entusiasmo por saludar al Príncipe en el besamanos. Don Felipe aguantó hasta que pasó el último y se fue corriendo a vomitar", narran acerca de ese delicado momento que tuvo que afrontar el padre de Leonor y Sofía.
"Salió disparado hacia un cuarto de baño y vomitó. Estuvo ahí aguantando y sonriendo hasta que pasó el último".
Curiosamente, Don Felipe no es el único que ha hecho frente a este tipo de mal, ya que las imágenes de Jorge Javier Vázquez también dieron la vuelta al mundo durante su visita a Perú.
El presentador llegaba a sufrir un edema pulmonar y fue trasladado de emergencia a un hospital de Lima donde recibía tratamiento en una cámara hiperbárica.
Un buen susto del que, por suerte, se reponía rápidamente, al igual que le pasaba al marido de la reina Letizia.