Leonor se convirtió en protagonista involuntaria en el funeral de su tío abuelo Constantino de Grecia. La joven heredera y su hermana Sofía fueron las únicas nietas de los reyes eméritos que no acudieron a la despedida en Atenas. Un hecho que ahora cobra más importancia tras los últimos acontecimientos que rodean a Leonor y que cuestionarían el porqué de su comentada ausencia.
El pasado 16 de enero, miembros de la realeza de toda Europa se reunían en Atenas para dar el último adiós a Constantino II. Un acontecimiento que congregó a casi toda la Familia Real española. Solo faltaron Leonor, que estudia en Gales, y Sofía, que cursa cuarto de secundaria en un colegio en Madrid.
Aunque no hubo confirmación oficial, de manera oficiosa se justificó explicando que se trataba de un día lectivo. Motivo por el que Leonor y Sofía no habrían interrumpido su rutina de estudios. Lo que llama la atención son los recientes viajes que la heredera ha hecho a la capital por motivos bien diferentes.
Ha trascendido que la hija de Felipe y Letizia visitó la capital el viernes 20 de enero. Un viaje imprevisto y que se debió a un problema dental de Leonor que la obligó a visitar a su odontóloga en la capital. La profesional, íntima amiga de Letizia, es quien lleva el tratamiento de ortodoncia de la heredera.
Leonor ha volado a la capital dos fines de semana seguidos
Además, una semana después y coincidiendo con el cumpleaños de Felipe VI, Leonor regresó de nuevo a la capital para la celebración familiar. El rey cumplía años el lunes y la celebración se adelantó al domingo para que pudieran asistir más invitados al almuerzo ofrecido a mediodía.
El viernes 27 de enero, justo al finalizar las clases en el UWC Atlantic College, Leonor volaba rumbo a Madrid sin que su padre tuviera conocimiento de ello. La intención era sorprender al monarca, quien esa misma noche disfrutó de una velada junto a su mujer y a una pareja amiga. Pedro Jaén, un conocido dermatólogo, y su mujer Julia son quienes cenaron con ellos en el restaurante Ferretería, situado en la calle Atocha.
Al llegar al establecimiento, una antigua ferretería que ha sido convertido en bar, muchos de los comensales se levantaron para saludar al monarca. La cena consistió en croquetas, pulpo a la brasa, torreznos y patatas bravas. Allí las dos parejas se sentaron en una de las mesas altas del local, a pesar de que así se exponían a ser vistos y reconocidos por el resto de clientes.
El rey adelantó la celebración de su cumpleaños al domingo
Antes de la cena, los reyes y sus amigos acudieron al cine para ver Babylon, la última película de Brad Pitt y Margot Robbie, en una sala cercana al local. Al día siguiente, sábado, los reyes disfrutaron de un día en familia con Leonor y Sofía. Y el domingo se celebró, de manera anticipada, el cumpleaños del monarca.
En el almuerzo estuvieron también presentes otros familiares de la reina. Su madre, Paloma Rocasolano, acompañada por su pareja, Marcus Brandler, su hermana, Telma Ortiz, que acudió con su novio, Robert Gavin, y sus dos hijas. La reina Sofía, que regresó recientemente de Atenas tras despedir a su hermano, no faltó a la celebración.
Llama la atención que la heredera haya viajado a Madrid en dos ocasiones tan seguidas y no estuviera presente en Atenas junto a su familia hace un par de semanas. Más allá de lo estrictamente académico, sí parece que el funeral por la muerte de su tío abuelo Constantino II sea un acto que justificara la presencia de la heredera.
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