Lisa es detective y asegura ser muy impulsiva. "Me encanta investigar aunque no esté trabajando". Ella confiesa que lo que más investiga son las infidelidades y también a menores de edad. Algo que le hace ver las relaciones de otra manera.
"Pobre hombre", comenta el camarero Matías. Además, Lisa deja claro que ella quiere que su pareja también tenga un trabajo estable.
Sin embargo, Cristo trabaja como monitor de camas elásticas, ayudando a los niños a no caerse y hacer el correcto uso de las instalaciones. Algo que a su cita no le ha hecho mucha gracia, sobre todo porque él entra haciendo una voltereta.
Aunque, lo que más le ha chocado, es que él no se plantee trabajar en otra cosa, sino que espere a opositar en un futuro.
Mientras que, por su parte, Cristo opina que ella es exactamente el tipo de chica que busca.
Cuando Lisa le dice que es detective privado, él se queda de piedra. "No puedo ser travieso si salgo con ella, porque seguro que me pilla", asegura.
Y aunque él la ve como un diez físicamente, ella piensa que Cristo es muy infantil, muy niño y eso no le gusta nada.
"Ya podría haber opositado antes, que tiene 28 años", opina sobre su formación. Además, tampoco le gusta mucho salir.
Cuando se ponen a hablar de relaciones, Cristo confiesa que tuvo una relación de los 15 a los 25 años, la única que ha tenido.
Y ella le explica entonces que estuvo cuatro años con su novio, pero terminó aburriéndose de que él no hiciera nada.
"A partir de ahora me encantaría ir a verla a Málaga", se imagina Cristo. "Y si todo va bien incluso podemos irnos a vivir juntos". Sin embargo, parece que ha ido demasiado lejos porque Lisa no tiene las mismas ganas.
Gonzalo busca enamorarse a la antigua
Gonzalo es polícia local y asegura ser bastante bueno, menos con quien no se lo merece. Se declara fan total de Manolo Escobar, ya que piensa que es una persona clásica "que marca lo que es el hombre de entonces".
Tuvo dos relaciones y estuvo casado. Él considera que es una especie en peligro de extinción, porque cree que los demás solo piensan en sexo y en aprovecharse de los demás.
Lo que más lamenta es que la gente no sea capaz de ver más allá del físico.
Nuria no pierde la oportunidad de casarse por todo lo alto, y es que ya ha ido a la boda de todas sus amigas. "Si la duquesa de Alba se casó con 80 años, yo no voy a ser menos", asegura.
Ella al ver a Gonzalo confiesa que se lo esperaba más alto, más atlético. "Lo que todas nos esperamos, vamos", considera. "Me gusta que sean más jóvenes que yo".
A Nuria sí que le gusta eso de que él sea polícia, la seriedad que desprende. "Soy un poco tímido al principio", se sincera Gonzalo.
Además, le dice que no suele salir de noche, porque trabaja. Pero de día le encanta irse a balnearios y relajarse en un buen jacuzzi.
También le gusta mucho la montaña, ver animales y la comida natural. "También abrazarás árboles", bromea ella. "Aunque ya podría abrazar otra cosa mejor", considera.
Aunque a Nuria sí le parece bien eso de que sea activo, porque así la anima a hacer cosas. Lo que tampoco termina de cuadrarle a ella es que Gonzalo escuche a Manolo Escobar o a Rafael. "Sus gustos dejan mucho que desear".
Ella se considera mucho más moderna. "Me gusta un U2, Bonjovi", reconoce. Sin embargo, pese a sus diferencias, trata de darle una oportunidad.
Sorprendentemente, al final es Gonzalo el que le da calabazas y es que no ve que vayan a encajar.
Nadia no pierde oportunidad para ligar con Matías
Nadia es muy extrovertida, le encanta relacionarse con las personas, escucharlas y también considera que es bastante empática.
Los chicos con los que ha estado, siempre vuelven a buscarla. "Soy un poco rompecorazones", da a entender.
Además, confiesa tener un toc relacionado con los zapatos y es que no puede verlos desordenados ni volcados.
Respecto al tipo de hombre que busca, en un principio le gustaban los rubios, pero con el tiempo ya le da un poco igual.
"Por fin te has dado cuenta de que los interesantes somos los morenos o los canosos", bromea Carlos Sobera. "Ya lo siento, Matías", le dice al camarero.
Y en ese momento Nadia no pierde oportunidad para tirar dicha. "Si la cita va mal, la siguiente contigo", le sugiere al argentino. Y él acepta sin problema.
Carlos se define como una persona extrovertida y aventurero, en busca de adrenalina. Busca vivir muchas emociones y experiencias. "A vivir la vida", asegura.
Nada más verle, a Nadia le ha parecido muy guapo: "Tiene unos ojos muy bonitos". Mientras que a él le gusta eso de que sea psicóloga, porque lo ve como algo muy necesario.
Cuando sale el tema de la sexualidad y él le dice que se ha imaginado como mujer, Nadia sospecha que pueda ser bisexual. Sin embargo, Carlos le deja claro que es totalmente hetero.
Si algo tiene claro Nadia es que saldría de fiesta con él. Aunque, lamentablemente, todo se va al traste cuando su cita olvida cuál es su nombre.