Adara Molinero regresó hace pocos días junto al resto de supervivientes para pasar la recta final del concurso aislados en una casa. Después de más de 100 días viviendo en condiciones extremas, los concursantes dejaron los Cayos Cochinos y se subieron a un avión que los trajo de vuelta a España. Sin embargo, hay un gesto que solo unos pocos advirtieron y ha sido la madre de Adara Molinero quien ha explicado el porqué del mismo.
Si bien los seguidores de Supervivientes llevan días debatiendo quién merece ganar, otros se fijan en detalles a los que también dan cierta importancia. Eso ha sido el caso del regreso de los concursantes a España a los que vimos nada más aterrizar procedentes de Honduras.
Algunos seguidores del concurso notaron algo extraño en los supervivientes
Visiblemente más delgados, unos más que otros, muy bronceados y con gran sonrisa, los concursantes tomaban tierra. Todos estaban algo desubicados tras más de tres meses completamente aislados de la realidad en los Cayos Cochinos, en Honduras.
Asraf Beno, Jonan Wiergo, Artùr Dainese, Bosco Blach y Adara Molinero aparecían en el aeropuerto de Madrid, algunos con un móvil en la mano. La pregunta no podría ser otra que saber si es que los supervivientes ya no estaban incomunicados. Ha sido la madre de Adara Molinero quien respondía al interrogante planteado por muchos en redes sociales.
Elena Rodríguez explicaba que los participantes, entre los que se encontraba su hija, para nada habían tenido contacto con el exterior. A pesar de que alguno llevaba un teléfono en la mano, el motivo nada tiene que ver con lo que algunos señalaron. En ese móvil llevan la música que escuchan por los ya famosos cascos rojos que llevan tras bajar del vuelo que les trae desde Honduras.
Rodríguez conoce bien los entresijos del reality. Ella fue también participante de Supervivientes y llegó a la final de la edición de 2020 que ganó Jorge Pérez.
Una medida que sirve a la organización del concurso para evitar las preguntas de los periodistas y curiosos que se cruzaron con ellos. De este modo Supervivientes garantiza el cumplimiento de la norma del aislamiento hasta que el concursante finaliza su participación en el concurso.
Un detalle que, lejos de conectarles, les aislaba del exterior
Los concursantes no podían utilizar los teléfonos para llamar, ni enviar mensajes, acceder a Whatsapp o a las redes sociales. Los móviles no tenían datos, tan solo música para evitar así que alguien ajeno a la organización de Supervivientes pueda darles ningún tipo de información. El móvil, pues era un elemento de aislamiento, y no de conexión con el exterior, como sospecharon algunos.
Separados entre sí, cada uno de ellos iba acompañado por un miembro de la organización que les guio por el aeropuerto hasta la furgoneta que les llevaría a la nueva casa. Por tanto, lo que algunos pensaron podría haberles servido para estar en contacto con el exterior, más bien se trataba de todo lo contrario.
Tras abandonar la isla los cinco supervivientes se desplazaron al nuevo escenario del reality. Una villa que cuenta con salón, habitaciones con cama y cocina completamente equipada. La palapa se ha trasladado también al nuevo entorno y se encuentra ubicada en el jardín de la vivienda.
Lejos quedan los bichos, la pesca, el fuego y el mar. Ahora la naturaleza de la sierra de Madrid es la que acoge los últimos días de programa hasta la esperada gran final.