El estado de salud de Mario Vargas Llosa sigue preocupando a su círculo más cercano. El escritor peruano fue ingresado el pasado sábado tras confirmarse que había contraído Covid-19. Las noticias que llegan desde el hospital sorprenden a Isabel Preysler, expareja del Nobel, quien el sábado será testigo del enlace de su hija Tamara.
Nadie esperaba que Mario Vargas Llosa, quien ya fue diagnosticado de Covid el año pasado, fuera de nuevo a padecer dicha enfermedad.
Curiosamente, esa vez anterior, el escritor, que también requirió ingreso hospitalario, estuvo acompañado en todo momento por su entonces pareja, Isabel Preysler, y la hija de esta, Tamara. Un año después ya no están juntos y es la expareja del peruano, Patricia, quien está a su lado, además de sus hijos.
Fueron los hijos del premio Nobel, Álvaro, Gonzalo y Morgana, quienes informaron mediante un escueto comunicado sobre el estado de salud de Mario Vargas Llosa. “En vista del interés de los medios por el estado de salud de nuestro padre, hacemos público que está hospitalizado desde el sábado tras habérsele diagnosticado el Covid-19”.
Se conoce cómo evoluciona Mario Vargas Llosa, quien permanece aún ingresado
Además, aprovechaban para pedir respeto. “Está siendo tratado por excelentes profesionales y acompañado por su familia. Rogamos a los medios de comunicación respetar en estos momentos su privacidad y la nuestra”.
Ahora se conocen más datos de cuál es la evolución del escritor. Así, desde el programa Y ahora Sonsoles, aseguraban que se encuentra "estable con tos y fiebre". Una información favorable después de un primer momento de incertidumbre.
Los tres hijos de la expareja de Isabel Preysler permanecen junto a su padre, como vienen haciendo desde hace varios meses. En ellos se refugió el escritor tras su sonada ruptura con Isabel Preysler. En especial en Álvaro, el primogénito, quien ha sido el encargado de compartir el comunicado a través de sus redes sociales.
Hasta el momento, los hijos del escritor no han facilitado más información sobre el estado de su padre. Sin confirmar ni desmentir la mejoría, han optado por la prudencia, siempre confiando en la pronta mejoría de su padre.
La última hora no ha dejado en buen lugar a Isabel Preysler: no se ha prepcupado por Mario Vargas Llosa. Isabel está sorprendida porque pensaba que el pacto seguía en pie, pero la verdad ha salido a la luz.
Isabel Preysler está muy sorprendida
Isabel, en estos momentos, respirará aliviada al saber que la persona con la que mantuvo una relación durante 8 años evoluciona de forma positiva. La socialité, en estos momentos, se encuentra centrada en preparar los últimos detalles de la boda de su hija que tendrá lugar el próximo sábado.
El propio Mario Vargas Llosa, poco antes de ser ingresado, acudía con su hijo a un evento y tenía unas palabras para Tamara. Preguntado por los reporteros, el escritor aseguró que "les auguro un gran futuro". Además, se refirió a la hija de su expareja explicando lo que siente por ella: "Mucho, mucho, mucho cariño".
Fue el año pasado cuando Isabel y Tamara no se separaron del lado del escritor durante su anterior ingreso por Covid. Una vez recuperado, Mario Vargas Llosa describió aquella situación como angustiosa, desagradable y realmente traumática. “Comencé a sentir mucho frío en las piernas y, de pronto, comencé a perder la respiración, a ahogarme, a respirar con mucha dificultad”, explicaba.
Un momento en el que Tamara Falcó dio una última hora sobre el estado del que fuese la pareja de su madre. "Mario está bien, en casa, fue un susto, pero tiene una fuerza brutal; ha tenido una neumonía bilateral, pero se recuperó". Unas palabras evidenciaban que su relación con él era cercana y fluida.
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Ha sido la casualidad la que ha hecho que el ingreso de Mario Vargas Llosa coincida con la boda más mediática del año, la de Tamara Falcó e Íñigo Onieva. Un enlace en el que hace un año todos pensaríamos que Mario Vargas Llosa habría ocupado un lugar destacado.