Marta Riesco se ha volcado estos últimos meses en intentar sacar la mejor versión de si misma. Y es que la reportera quiere superar de una vez por todas a su ex, Antonio David Flores, y también todo lo malo que le ha pasado este año.
Sin embargo, parece que en su reciente visita al psiquiatra no le ha ido todo lo bien que esperaba, ya que le ha confirmado el principal motivo por el que todavía no puede seguir adelante.
De ese modo, parece que Riesco tendrá que seguir tomando durante un tiempo "las pastillas de la felicidad", como ella las llama.
"La verdad es que no dejo las pastillas de la felicidad, aunque me encuentro mejor, pero me quedan muchas cosas todavía. Muchos momentos que van a ser estresantes y por mi salud mental mi psiquiatra ha decidido que no las abandone", ha confesado a sus seguidores.
Y, por tanto, deberá seguir trabajando en ciertos aspectos, tal y como le han recomendado los especialistas. Así, Marta Riesco ha explicado que se encuentra actualmente en una fase de ira por todo lo que le ha pasado.
"Me ha apuntado la palabra 'ira', y tengo que trabajar eso porque todavía siento mucha ira en muchas situaciones", ha reconocido.
Marta Riesco se sincera sobre sus sentimientos
Además, también debería dejar de castigarse a si misma "por decisiones que he tomado, por cosas que no han salido bien y mirar adelante", señalaba en referencia a su historia de amor con Antonio David.
Pero, aunque esto ha supuesto un golpe de realidad para ella, se mantiene positiva. "Me siento una persona completamente diferente a la primera vez que llegué", asegura.
El problema de guardar tanta rabia y rencor, según ha dicho la propia Marta Riesco, es que no le permite "transitar por el dolor". Sobre todo, porque ella siempre intenta estar bien y no se permite tener ese momento de bajón. "No me permito a lo mejor esos días de lloros", añade al respecto.
Además, es consciente de que ha tenido muchas pérdidas este año. "He intentado echarle un par a la vida y que eso no me hunda, pero me ha dicho que 'la hostia siempre llega'", ha reflexionado.
"Estoy un poco ahí encajada, me siguen importando las cosas mucho porque no he avanzado en ese dolor. Tengo que aprender a vivir sin ellas", concluía emocionada.