Desde un primer momento, Marta Riesco defendía que “no quería convertirse en un personaje público”.
Así, aseguraba que su única intención era seguir levantándose a las cinco de la mañana y seguir ejerciendo de reportera, que es el oficio que realmente disfruta.
Sin embargo, hay muchos que la acusan de estar “buscando solo la fama”. Unas acusaciones que provienen de numerosos colaboradores de Sálvame, que le han puesto el apodo de 'tita Marta' o de (ahora) exnovia de 'el penas'.
Unas faltas de respeto que han ido incrementándose y que Riesco ya no está dispuesta a pasar por alto.
La última vez que la convirtieron en el hazmerreír de Telecinco fue por culpa de María Patiño y su programa, Socialité.
Allí, cierto testigo acusaba a la reportera de pasarse horas encerrada en al baño y no dejar a sus compañeros entrar para realizar sus necesidades.
De esa forma, la reportera seguiría un auténtico ritual que consistiría en posar frente a las cámaras, hacer bailecitos y ponerse mona para salir en pantalla. Lo que daba pie a un auténtico movimiento social, en el que muchas chicas comenzaban a enviarle vídeos desde el baño.
Y, curiosamente, parece que finalmente conseguía cumplir su gran sueño de obtener su propio camerino, aunque le toca compartirlo con otras compañeras.
Aunque Marta ni olvida ni perdona el acoso y derribo al que la han sometido desde programas como Sálvame.
Así, parece que la reportera ha tomado medidas legales contra todos aquellos que intentan desprestigiarla.
“Desde hace cinco meses llevo sufriendo un acoso y derribo increíble por parte del programa Sálvame y por parte de La Fábrica de la Tele hasta el nivel que tuve que coger una baja médica porque el acoso era insufrible”, se lamentaba.
Marta Riesco ha denunciado el acoso sufrido por parte de La Fábrica de la Tele
Una forma de seguir los pasos de su expareja, Antonio David, que les ha declarado la guerra tras su despido improcedente.
“Me alejé de todo y mi productora me respetó. Me resulta gracioso que digan que me siento cómoda en este papel de personaje cuando no me han dado otra opción”, comentaba la joven.
“Mi opción era estar alejada del foco y ellos continuaron hasta que en un directo hice una cosa de la que me arrepiento, que fue entrar porque no aguantaba más. Entré en algo que no debía entrar”.
“En estos últimos días las bromas han pasado otra vez unos límites muy graves”, denuncia dolida.
“Han cogido la bandera del feminismo, la del acoso, la del maltrato, ¿y qué se está haciendo conmigo en la cadena en la que trabajo? ¿Cómo se puede permitir que en Socialité salga una pantalla llena de chicos y se diga con cuántos me he enrollado?”, se preguntaba.
Y apuntaba que “no tiene por qué llegar a su casa llorando con un ataque de ansiedad. Lo único que quiero es que me dejéis seguir trabajando y vivir. Tenéis que parar, porque algún día alguien va a cometer una locura por el linchamiento que hacéis”, les pedía desesperada.
Marta Riesco rompe con Antonio David en pleno directo
A pesar de que Marta intentaba tomarse esas bromas “de la mejor manera posible”, el acoso ha ido incrementándose con el paso de los días. “No paráis porque queréis que vuelva a cogerme una baja, que deje el trabajo o que haga algo más grave que no tenga solución”.
“Estáis intentando destrozarme”, les acusaba. “Los únicos responsables de que yo no continúe trabajando o que no me quiera levantar de la cama vais a ser vosotros. Esto no hay cuerpo humano que lo aguante”.