Hace tiempo que Marta Riesco está en el punto de mira de sus compañeros, sobre todo tras querer imponerse con su nuevo estatus de estrella.
Las exigencias de la reportera iban desde conseguir más horas en antena, que no se emitiera ni una sola imagen que sea de antes de operarse la nariz o exigir su propio camerino.
De hecho, la joven ha recibido muchas críticas por pasarse horas encerrada en cierto baño de Mediaset.
Las ínfulas de estrella que se gasta Riesco llevaban a sus compañeros a denunciar la situación. De hecho, incluso se burlaban de ella poniéndole una estrella en la puerta del baño en la que se podía leer 'camerino de Marta Riesco'.
Una broma que no terminaba de hacerle mucha gracia a la reportera. Y es que la novia de Antonio David Flores sigue siempre el mismo ritual cada mañana antes de ponerse a trabajar.
"Primero pone música, luego despliega todos sus utensilios de maquillaje, busca la luz adecuada, prueba su mejor perfil, arquea sus cejas en una pose interesante al más puro estilo influencer y ya tiene la imagen perfecta", explicaban.
El problema es que no le importa pasar el tiempo que haga falta. De hecho, algunos llegaban a asegurar que la joven pone una papelera a modo de tope para que nadie pueda entrar en el baño mientras hace los vídeos.
"No podemos hacer nuestras necesidades porque Marta ocupa el baño muchísimo tiempo, atranca la puerta con una papelera y se mete dentro a maquillarse, a hacer bailecitos y a hacerse fotos", se lamentaban en Socialité.
Marta Riesco adquiere cada vez más relevancia en Mediaset
Unos comentarios que no terminaban de hacerle ninguna gracia a Riesco. "Supongo que es para que la gente se ría y yo pase un poco de vergüenza...", apuntaba.
Pero eso no cambiaba en absoluto la forma de proceder de la reportera, que volvía a grabarse con su habitual bailecito frente al espejo para no perder la costumbre.
"Me da la risa que el testigo sea un hombre cuando yo entro al baño de chicas", explicaba.
"Entono el 'mea culpa' porque me maquillo a las 5 de la mañana, cuando me hago un premaquillaje, y luego me maquillo cuando hago un directo".
"Es cierto que voy con mi neceser porque ya no podemos maquillarnos en peluquería. Lo más fuerte es que yo he visto a otras compañeras lavando el tupper ahí, que es más asqueroso", sentenciaba.
"Una cosa es decir que me maquillo y otra intentar ridiculizarme, humillarme, vejarme...", añadía.
Pero, eso sí, lo que no sabía Marta es que iba a instaurar una nueva moda a raíz de sus hábitos, y es que muchas chicas empezaban a enviarle sus propias fotos desde el baño.
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"Me escribe gente con sus vídeos en el baño. Estoy muy orgullosa porque he creado escuela", anunciaba. "Aprovecho para pedir a la dirección un espejo de cuerpo entero", proseguía entre risas.
Y parece que su deseo ha terminado cumpliéndose. "Bueno, bueno, bueno. Hito histórico, tenemos camerino, pero de verdad de la buena. O sea, estoy flipando. Me voy a arreglar el careto y el pelo antes de bajar hoy al plató de Ana Rosa", aseguraba Riesco.
Por lo visto, la reportera ha conseguido que sus jefes la escuchen y le concedan este privilegio. Algo que pone de manifiesto que ya se ha convertido en todo un personaje relevante en los pasillos de Mediaset.
"Con su baño, sus enchufes,... Bueno, esto es una auténtica maravilla. Puede ser uno de los mejores días del mundo mundial".
Pero, eso sí, no sería solo para ella: "Lo compartimos todos los de Ana Rosa, los reporteros y reporteras. No os penséis que me lo han puesto a mí ni muchísimo menos".