Laura Boyer, la hermana de Ana Boyer, fallecía este pasado jueves a los 57 años tras una dura lucha contra el cáncer.
Laura era la hija mayor del exministro Miguel Boyer y la ginecóloga Laura Arnedo, y según cuentan estuvo arropada hasta el último momento por su familia.
Siempre alejada del foco mediático, era madre de cuatro hijos y economista de profesión. “La conocí cuando trabajaba en Cambio16, era una niña guapísima, es una pena”, se lamentaba Federico Jiménez Losantos.
Después de que su padre comenzase su relación con Isabel Preysler, tuvo que capear al temporal como pudo.
Y es que la hermana mayor de Ana Boyer nunca terminó de encajar bien la fama. Además, tampoco veía con buenos ojos la relación entre su padre y la reina de corazones.
“Ser hija de padres famosos, divorciados y que se han vuelto a casar con personajes públicos también es una faena y carga”, decía al respecto.
Al igual que también le costó aceptar la llegada de su hermana Ana a la familia. Aunque, pese a todos los conflictos, seguía adorando a Miguel Boyer.
De él decía, públicamente, que “era el hombre más inteligente que había conocido”. Además, no se despegó de su lado cuando sufrió el ictus que terminaba con su vida.
“Antes de su derrame cerebral me dijo que había gente muy mala. Quiso tener una conversación privada conmigo sobre eso, pero no hubo tiempo y luego ya no se acordaba”, desvelaba. “Si mi padre tenía problemas, me hubiera gustado conocerlos”.
Eso sí, parece que nunca terminó de tener un acercamiento con la hija menor de Isabel Preysler. Su relación ha sido inexistente hasta el último momento y Laura ni siquiera quiso saber nada del nacimiento de sus sobrinos, los hijos de Boyer con Fernando Verdasco.
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Laura Boyer culpaba a Isabel Preysler de la mala relación con su hermana
Es más, habría cortado el teléfono de manera fulminante cuando le preguntaron si había llegado a felicitarla por el nacimiento del primer hijo de la pareja.
La guerra entre las hermanas se desataba a raíz del reparto de bienes tras el fallecimiento de su padre, aunque Isabel Preysler también habría tenido mucho que ver en esa mala relación.
“Isabel Preysler se preocupó de que Ana no nos tuviera cariño ni a mi hermano ni a mí”, se lamentaba Laura en una ocasión.
“Yo he renunciado a mi parte en favor de mis hijos y ellos no me han dicho que hayan firmado nada, me lo habrían comentado”, explicaba al respecto.
“Seguramente ellos han renunciado también. Para qué darle tantas vueltas a este tema, a nosotros ni nos va ni nos viene. Ella se ha quedado con todo”, se lamentaba.
A lo largo de los años, Laura también iba exponiendo sus sentimientos en un blog. “Estoy harta de vivir la vida de mis padres, de mis jefes, de mi marido, de mis hijos. ¡Por favor, dejádme tener mi propia vida!”, exponía.
“Mi falta de fe en el cristianismo junto con los polvos de mi amante budista me han hecho reflexionar sobre la poca importancia de los sentimientos en el marco sexual”, escribía en otra ocasión.
“Y he pensado que mientras me lo pase bien y no me metan en problemas, en el 2008 pienso acostarme con quien me apetezca”.