Nacho Palau se ha llevado una gran alegría en medio de su enfermedad, y es que Miguel Bosé planea volver a España. Una decisión que, a su vez, le permitirá estar más cerca de sus hijos.
Al parecer, el artista estaría muy preocupado por el estado de salud de Nacho y quiere permanecer a su lado en estos momentos tan delicados.
Queda claro que la pareja ya ha enterrado el hacha de guerra, además de acercarse cada vez más en los últimos meses.
La principal prioridad de ambos son sus hijos, por lo que Bosé ya no se niega a que los cuatro pequeños puedan estar juntos.
A pesar de que en este tiempo han estado en constante comunicación, ahora también podrán verse muy a menudo. Una dosis de felicidad tanto para los niños como para Palau, que lleva tiempo soñando con esa posibilidad.
Recientemente, ha sido el propio Nacho el que ha decidido romper el silencio acerca de la actual relación que mantiene con su ex.
"Miguel ha estado súper pendiente de mí. Le adoro. Sé que, si a mí me pasara algo, él estaría ahí", ha confesado emocionado.
"Mi relación con él es buena porque llevarme mal con el padre de mis hijos es un error", aseguraba.
Ahora, el escultor deberá hacer frente a las duras consecuencias de su tratamiento contra el cáncer tras haber ganado esa primera batalla a la enfermedad.
Según él mismo ha contado, "durante el tratamiento parecía que todo marchaba bien y en el hospital estaban bastante contentos por cómo lo estaba llevando".
Pero, lamentablemente, a finales de noviembre tocaba fondo. "Ya no podía más", reconoce abatido. "Pensé que me daba todo igual, simplemente sentí que no iba a poder…".
Nacho Palau ha roto el silencio sobre su enfermedad
Y es que los síntomas le superaron por completo: "Debilidad, escalofríos, tener todo el cuerpo muy caliente, dolor de articulaciones, pérdida de memoria o fatiga", enumeraba.
Algo a lo que se sumaba la pérdida de voz. "Hablaba apenas con susurros y me cansaba, no podía expresarme ni quejarme", confesaba en la revista Diez Minutos. "Realmente ha sido muy duro no poder expresar mis sentimientos ni con mi familia".
Por suerte, lo peor ya ha pasado, y Nacho tiene muchas ganas de volver ser el mismo que era hace apenas un año.
"Más que la alegría, he perdido las fuerzas, estoy débil para tirar. Quiero recuperarme, que se me pasen todos los efectos secundarios y poder volver a ser el Nacho con ilusión, empoderado y con fuerza", reconoce.
Aunque por el momento debe ir paso a paso y viendo cómo avanza el proceso. "Dentro de poco me tienen que llamar para darme resultados y hacerme más pruebas. Me han dado quimio y radio a la vez".
De hecho, el ex de Miguel Bosé también destaca la importancia de un buen psicólogo para asumir la enfermedad.
"Primero me negué porque pensaba que iba a poder y que todo iría bien, pero después de ese día en el que pensé tirar la toalla, me lo replanteé y al finalizar este tratamiento decidí pedir hora. Lo necesito".
Nacho es consciente de que la recuperación será larga, pero ha contado en todo momento con el apoyo y el cariño de su familia.
Además, parece que sus hijos han sido muy conscientes en todo momento de lo que ocurría.
"Se lo conté quitándole importancia para que no se asustaran. Me han visto llorar mucho", revela.
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