Kiko Matamoros ha sorprendido esta tarde al aparecer en Sálvamecon el rostro algo paralizado. Algo que inmediatamente ha llamado la atención de sus compañeros, que no han dudado en preguntarle.
El colaborador ha explicado enseguida que no es algo que tenga gravedad, sino simplemente el resultado de un nuevo retoque estético.
"Se ha hecho algo este fin de semana", insinuaba automáticamente María Patiño. "Te has paralizado la frente".
Y Matamoros aclaraba entonces que nada que ver, sino que simplemente se había retocado las cejas.
Sin embargo, esta no es la primera vez que vemos a Kiko pasar por quirófano para mejor su aspecto, algo de lo que nunca se ha escondido.
Sus continuos retoques para luchar contra el paso de la edad no dejan a nadie indiferentes, luciendo casi irreconocible a sus 66 años.
Algo que tampoco le ha salido nada barato, ya que ha llegado a desembolsar hasta 40.000 euros en los retoques a los que lleva sometiéndose desde hace años.
"Yo lo que estoy viendo es la pasta que me he gastado. Me estoy poniendo malo y me va a subir la tensión otra vez", bromeaba en una ocasión al caer en la cuenta del dineral que había invertido.
El colaborador comenzaba recurriendo al ácido hialurónico, además de seguir una estricta dieta y también una férrea rutina de entrenamientos.
Sin embargo, queda claro que muchas veces eso no resulta suficiente, y finalmente tomaba la decisión de pasar por quirófano.
Los numerosos retoques de Kiko Matamoros
"Ha merecido la pena. Estoy contento de cómo estoy. Me machaco mucho en el gimnasio y cuido la alimentación, pero es una ayuda. Hay pocos de 64 años que puedan decir que están como yo", aseguraba Matamoros.
Fue en 2020 cuando el novio de Marta López decidía someterse a una marcación abdominal para poder presumir de cuerpazo.
"Te ponen una especie de tubos externos. Y te dan la forma de tu abdominal y que la piel quede pegada y puesta en su sitio", explicaba a sus compañeros. "Ya os enseñaré cuando me haga la marcación cómo ha quedado la historia", les prometía.
La primera vez que Matamoros entraba a quirófano era en 2011 para corregir uno de sus mayores complejos. Y es que se sometió a una otoplastia para corregir la forma de sus orejas.
Y antes de que acabase el año, el entonces marido de Makoke volvía a la clínica de estética para realizarse una blefaroplastia inferior. Es decir, para corregirse las bolsas debajo de los ojos.
Conforme Kiko iba ganando presencia en televisión, también sus retoques se fueron haciendo cada vez más notables.
"Tenía que arreglarme el tabique porque lo tenía mal debido a que he boxeado mucho y a otros motivos que ahora no vienen al caso y decidí aprovechar para hacerme este arreglito", informaba en 2014.
Apenas un año después, también se realizaba un lifting facial a los 59 años, lo que le rejuvenecía por completo.
Aunque uno de los retoques más llamativos y que sin duda sorprendían a sus seguidores era el trasplante de cejas que se realizaba empleando el pelo que le crecía en la nuca.
Lo que está claro, es que Kiko ya se muestra completamente indiferente a las críticas, llegando a presentarse en televisión con la cara completamente hinchada.
"Tengo la cara llena de morados e hinchada porque me acabo de pinchar y no he podido ni maquillarme, no me ha dado tiempo", explicaba en 2020 después de que su imagen se convirtiese en trending topic.