Ortega Cano sorprendía hace unos días a todo el mundo desvelando que tiene previsto demandar a la que todavía es su esposa. Se encuentra cansado de que se hable a todas horas de él y su familia en los platós. La decisión la tiene tomada, aunque eso implique dejar de ver a su hijo.
Todo hacía indicar que el matrimonio entre Ortega Cano y Ana María Aldón había acabado bien. Como toda ruptura, supuso un trago amargo para los dos, pero trataron de hacer ver que era lo más conveniente para ambas partes. Pero se acaba de comprobar que la relación entre ellos no es la mejor.
Ortega Cano le transmitió hace unos días a la diseñadora sus intenciones. A través del periodista Aurelio Manzano confirmó que estaba dispuesto a emprender acciones legales contra ella. No le iba a temblar el pulso si continuaba como hasta ahora, abordando cuestiones tan personales.
Para la colaboradora de Fiesta supuso toda una sorpresa esto. No esperaba esta reacción por parte del diestro. Insistía en que ella no hablaba de su marido, solo "de lo que tiene que hablar, de como me siento yo".
Al principio creyó que se trataba de una simple broma. Aseguró que "pensaba que le habrían pillado en un momento de cabreo", pero en realidad iba muy en serio. La presentadora del programa le comunicó que su esposo quería cerrarle la boca.
"Parece ser que desea salvaguardar su intimidad. Vuestra relación se ha acabado y quiere que se acabe en los platós", le explicó Emma García.
En el magacín de Telecinco le leyeron también el comunicado de los abogados del torero. Le dejan claro que a partir de ahora debe evitar pronunciarse sobre el padre de su hijo.
Ortega Cano pretende llevar una vida lo más sosegada posible y para ello necesita que Ana María se aparte de la televisión. "Una vez que se ha rescindido el vínculo matrimonial, ninguna de las dos partes debe hablar de lo pasado tiempo atrás", indican.
La diseñadora no acababa de creerse lo que estaba escuchando. "Estamos perdiendo el norte", apuntó. Continuó diciendo que "deduzco que es una amenaza para mí, para intimidarme".
Se muestra muy contrariada por los últimos acontecimientos. Señala que "no sé a qué tiene miedo, no debería tener ningún miedo", apunta en alusión al diestro.
Nunca pensó que su matrimonio con él se acabaría de esta forma tan abrupta. Esperaba que entre ellos hubiera comunicación, sobre todo pensando en el bienestar del niño que tienen en común. Pero la presencia de abogados y las amenazas que vierte el maestro lo pueden complicar todo.
Ortega Cano sigue las órdenes de su entorno
Ortega Cano sigue los consejos de su círculo más cercano, entre los que se encontrarían su hija Gloria Camila o sus hermanas. Parecen estar hartos de que Ana María se lucre de ellos destapando cuestiones familiares. Además, temen que en algún momento pueda hablar de algo que les deje en mal lugar.
La colaboradora de Telecinco trató de ponerle las cosas sencillas para conseguir el divorcio. Llegaron a un acuerdo para que el torero le pasara una pensión de 1.000 euros mensuales a su hijo. También se comprometía a seguir corriendo con los gastos de los estudios una vez que falleciera.
La custodia la tendrán compartida, por lo que han sido todo facilidades para que ninguno saliera perjudicado en este proceso. Pero se acaba de comprobar que el diestro guardaba un as en la manga.
Ortega Cano le pondrá las cosas muy complicadas a su todavía esposa para que no vuelva a pisar los platós. Sabe que es la manera que tiene ella de ganarse la vida y que además le proporciona una gran independencia. En los próximos días se esperan más novedades.
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