Pablo cree que tiene cara de persona seria, formal, muy inteligente y responsable. "De cerebrito total", opina Carlos Sobera.
Pero nada más lejos de la realidad, porque en el fondo le encanta el baile y el show. Además, es un gran imitador y tiene a muchos personajes.
“No ligo mucho, porque la apariencia física puede que no les llame mucho la atención”, asegura.
Mientras que su cita, Mayra, es una chica muy sonriente y que siempre está muy alegre. "Tienes que ver el lado optimista", considera.
A Pablo le ha gustado mucho al verla y trata de ganársela sacando a relucir su lado divertido. "Luego te hago una imitación", le promete antes de sentarse a cenar.
Los dos coinciden también en que les gusta la fiesta. "No salgo mucho, pero cuando lo hago me gusta darlo todo", reconoce Pablo.
Para él es muy importante que la chica que no tenga sentido del ridículo, porque a su lado es algo que va a experimentar casi a diario.
"Las chicas no han sabido valorar ese punto que tengo yo de especial, gracioso o alegre, pero sobre todo tener buen corazón", sostiene.
"Prefieren a uno que esté más bueno, porque yo no soy aquí Brad Pitt, pero lo importante es tener a alguien que te alegre los días", apunta.
Lamentablemente, Mayra siente que los dos cuadran en personalidad, pero le falta atracción física. "No me atrae", se lamenta.
Cuando han puesto música en el restaurante, Pablo no ha tardado nada en ponerse a bailar y darlo todo. Un perreo salvaje que ha avergonzado a su cita y la ha dejado con la boca a abierta.
"Quiero una persona que me haga reír, pero tanto como es él de sinvergüenza me da un poco de reparo", ha comentado.
Mientras que, por su parte, Pablo considera que la cita ha ido bien pero podría estar mejor. Finalmente, mientras que a él sí que le gustaría tener otra cita, ella opina que es muy majo pero no le atrae físicamente. "No noto ese feeling".
Kelly, un chocolate picante de Brasil
Kelly se considera un chocolate picante de Brasil que baila samba. Ella busca una hombre caliente, fogoso. "Soy brasileña y tengo la sangre caliente", asegura.
Algo en lo que coincide con David, a quien le encanta el sexo y "lo practica cuando puede".
Kelly al verle le parece espectacular. "Tiene un buen brazo, pero en el culete no me he fijado aún".
Mientras que, por su parte, David confiesa que se ha fijado en su cara, pero luego su mirada ha bajado inmediatamente al escote.
"Todo muy bien", comenta tras analizar su cuerpo. "Yo creo que de primero puede haber carne brasileña", bromea.
Sin embargo, ha llegado un punto en el que no podía desviar la mirada de sus pechos. Algo que a ella le ha molestado un poco.
Cuando él le cuenta que estuvo unos años viviendo en México y culturalmente no terminaron de compaginar, a ella le choca mucho.
Tras tener esa mala experiencia, David considera que podría no funcionar bien. Sin embargo, la atracción sexual entre ambos es muy fuerte.
"Es una chica juguetona y desinhibida", opina sobre Kelly. Y llegado el punto se ha cortado un poco, porque "si empiezo, no termino".
Finalmente, los dos deciden irse juntos porque queda claro se han gustado mucho y quieren seguir conociéndose.
Manuela busca un José Mercé
Manuela asegura que busca un hombre como Carlos Sobera, que le parece muy guapo y elegante. "Que tenga cultura, que me dé cultura".
Ella quiere enamorarse y su prototipo es José Mercé, ya que le encanta el flamenco.
Y parece que en 'First Dates' han dado en el clavo, porque le traen a Juan Antonio, que entra cantándole y tocando la guitarra.
Sin embargo, a ella no le ha hecho ninguna e incluso se le han pasado las ganas de cenar con él.
Todo lo contrario a Juan Antonio, que asegura que le ha entrado por el ojo nada más verla. "Cuando te he visto me ha venido el capullo de Jerez, su rollo", se ha sincerado Manuela.
Aunque él asegura que le dicen que se parece más a José Mercé. "Nada que ver", ha sentenciado ella de un plumazo.
Manuela le cuenta que se ha dedicado toda la vida a cuidar a sus niños y ahora su sueño es vender su piso para mudarse al sur.
Además, también le confiesa que le encanta el flamenco, una de las pocas cosas que tienen en común.