La reina Letizia viajó esta semana a Inglaterra y lo hizo en solitario. Acudió a la inauguración de una exposición sobre Zurbarán, donde tuvo la oportunidad de coincidir con el príncipe Carlos. La relación entre las dos familias es muy fluida, y así lo demuestran cada vez que pueden.
A su llegada a tierras británicas, la madre de Leonor fue recibida de una manera muy cariñosa por el heredero al trono. Además de darle los dos besos de rigor, también hubo otro en la mano en señal de respeto. Aunque no era un acto protocolario, en la Casa Real británica no se permiten demasiadas informalidades.
En esta ocasión, Letizia apostó por un vestido abrigo que suele funcionarle bastante bien y que le ayuda a resaltar aún más su figura. Lucía un total look rojo con vestido de manga larga, cartera y salones junto con un abrigo de paño. Todo era poco con tal de protegerse del frío que hacía en la zona.
Se trataba de un modelo nuevo, bastante sencillo y que se ajustaba al cuerpo. Estaba pensado para que se ciñera a la cintura, algo que le encanta a la asturiana. En los hombros había un par de detalles que no pasaron desapercibidos para algunos medios, como eran unos botones negros.
Pero lo que realmente llamó la atención fueron los pendientes elegidos para la ocasión. Eran de Chanel, de oro blanco y diamantes. Más allá de su espectacular diseño, lo que destacaron de ellos fue su elevado valor en el mercado.
Tienen un coste de 6000 euros. Algo que puede sorprender mucho en una época en la que la Casa Real apuesta por la austeridad. En cualquier caso, los pendientes se le vieron bastante bien gracias al peinado semirecogido que escogió para esta jornada.
Letizia estaba radiante como siempre, aunque a algunos expertos no les acabó de convencer el recogido. Como complementos, además, se decantó por unos salones y una cartera a mano a juego con el vestido.
Letizia recibe un mazazo por los problemas de su familia
No es la primera vez que la reina se desplazaba a tierras británicas en solitario. En 2019 también tuvo la oportunidad de acudir a la exposición Sorolla, maestro de la luz en la National Gallery. Como ocurrió este martes, el príncipe también había ejercido de anfitrión en aquella ocasión.
Hay que destacar que el heredero es un gran amante de las artes y no se le da nada mal la pintura. De hecho, ya ha expuesto algunos de sus trabajos en muestras.
Cuatro años del encontronazo de Letizia con Sofía
Hace unos días se cumplían cuatro años de una de las imágenes más controvertidas que nos dejó la reina Letizia. Ocurrió el 1 de abril de 2018 en la Catedral de Palma de Mallorca el Domingo de Resurrección.
Ese día, la Familia Real, en lugar de cumplir con su cometido, que era posar, saludar y marcharse, dejó una escena inolvidable. Dejaban al descubierto la tirantez que existía entre los distintos miembros de Zarzuela. A la salida del templo, la emérita agarró a sus nietas, Leonor y Sofía, para inmortalizar el momento con una fotografía.
La reina, cuando comprobó la escena, trató de evitar que se retrataran juntas. La madre del rey intentó zafarse del obstáculo que suponía su nuera. Y todo esto mientras Felipe y Juan Carlos comprobaban la situación sin lograr entender lo que estaba sucediendo.
Letizia dejó una imagen para la historia que posiblemente nunca hubiese deseado. Pero aquello fue una muestra de que lo suyo con sus suegros no funcionaba del todo bien.