Letizia siempre ha estado preocupada por la educación de sus hijas y porque el ambiente donde crezcan sea el más adecuado para ellas. La princesa Leonor y su hermana Sofía están terminando sus estudios y próximamente comenzarán una nueva etapa académica que completará su formación.
En todo este tiempo, Letizia ha procurado que las jóvenes tengan ciertas inquietudes a la vez que las apartaba de lo más importante para ellas.
Durante sus visitas veraniegas a Mallorca hemos podido ver cómo los reyes y sus hijas acudían a La Cartuja de Valldemossa en la Sierra de Tramuntana o el santuario de Lluc. Aficionadas al ballet, también asistieron a la representación de El lago de los cisnes en el Auditórium de Palma.
Unas visitas y actividades culturales que distan mucho de las aficiones que disfrutaban otros miembros de la Familia Real. Era habitual ver cómo las infantas, Elena y Cristina, practicaban otro tipo de deportes más elitistas o eran fotografiadas a bordo del yate real. Letizia quiere romper con esta imagen superficial y está comprometida con que Leonor y Sofía se inclinen por aficiones cercanas al mundo intelectual y cultural.
La relación entre Letizia y su familia política está rota
No es ningún secreto que la relación entre la reina Letizia y el resto de la familia Borbón se complicó hace varios años. Un ejemplo fue la tensa situación vivida a las puertas de la catedral de Palma de Mallorca un domingo de Resurrección. La reina Sofía quiso agarrar del brazo a su nieta la princesa Leonor, pero Letizia hizo un gesto impidiendo el acercamiento.
Otra evidencia de esta fría relación fue el reciente entierro de Constantino de Grecia. Una ocasión que reunió a toda la familia Borbón, a excepción de las hijas de los reyes, Leonor y Sofía. En todo momento se pudo comprobar cómo las infantas Elena y Cristina no fingían ante su hermano Felipe VI y su cuñada Letizia.
"Era incuestionable la frialdad con la que se trataron, por mucho que los periodistas hablaran del saludo cariñoso de Letizia a sus sobrinos", aseguró Pilar Eyre, experta en Casa Real.
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Ni siquiera el propio Juan Carlos hizo ningún gesto de cariño hacia su esposa Sofía. El distanciamiento y las tiranteces familiares no son exclusivas de Letizia con su familia política, también son evidentes entre otros miembros de la familia Borbón.
Las infantas, a lo largo de estos años y tras las circunstancias que han vivido, no se han sentido respaldadas por su hermano. La separación de Cristina, el divorcio de Elena, los problemas con Froilán o el exilio del emérito hicieron tensar la relación entre Felipe VI y sus hermanas.
Letizia obsesionada por alejar a Leonor y Sofía de malos ejemplos
Más allá de las diferencias entre los reyes de España con el resto de la familia Borbón, existe otra amenaza que a Letizia obsesiona. No quiere que ejemplos como Victoria de Marichalar o Froilán sean el espejo donde Leonor y Sofía se miren. A la reina le espanta la idea de que sus hijas busquen beneficiarse de su apellido y llevar una vida hueca.
Hace muchos años que la princesa Leonor y su hermana no son fotografiadas con sus primos. Tuvieron ocasión de coincidir en el funeral griego, pero los reyes argumentaron problemas de agenda escolar para justificar la ausencia de las jóvenes. Lo cierto es que no hay constancia de que haya relación entre ellos.
Una vez más, Letizia deja claro cómo quiere que crezcan Leonor y Sofía y quiénes serán testigo de ello.