Raphael es toda una leyenda de la música de este país. Su música ha sido banda sonora de toda una generación y lo seguirá siendo hasta que las fuerzas le quiebren. Ahora, acaba de lanzar su nuevo proyecto, Victoria.
Atrás queda 1966, año en el que debutó por primera y última vez Raphael en el certamen de Eurovisión, una experiencia que ha marcado su carrera profesional, y como persona. Desde entonces, ha ayudado a los nuevos participantes españoles dando consejos sobre las actuaciones.
Aunque comenta, en una entrevista con El Mundo, que ya la música no es lo que era. "Ni Benidorm, ni Eurovisión tienen ya nada que ver con lo que eran." Manifiesta en relación con el Benidorm Fest, de donde se elige la canción que representará a nuestro país.
"Ni mejor ni peor, es otra cosa. Eurovisión era el festival de la canción, lo que se juzgaba era eso. Y ahora no", prosigue.
"Siempre tiene que haber algo, al menos las ganas de hacer las cosas"
Y añadió que ahora se invierte mucho en las apariencias: "Ahora es qué traje lleva, cuántas luces tiene... Eso es otra cosa, eso se llama producción. Pero la voz pelá, aunque sea a capella, eso ya no se lleva. Pues es por ahí por donde hay que empezar."
Raphael ha querido hablar también sobre "la salud de la industria musical". "Está mejor, indudablemente, porque ya no se compara con la clásica de siempre. Ahora es un invento, y cada año es más exageradamente invento."
Sobre los artistas que se mueven hoy por el panorama nacional ha tenido unas palabras. "Hay de todo, a algunos los veo muy bien y a otros, poco hechos o demasiado pasados. Y hay muchos que no me importan nada porque no es mi cuerda."
Incluso se ha mojado si haría una colaboración con cantantes de la talla de Rosalía o C. Tangana. Pero Raphael tiene claro que entre ellos no hay nada en común ni siquiera la voluntad de hacerlo realidad.
"Siempre tiene que haber algo, al menos las ganas de hacer las cosas", dice.
Raphael aún no se despide
Y sobre este tema ha aprovechado para lanzar una crítica a lo que no se ve en la industria musical. "Hay gente que tiene las ganas mal disimuladas, o están por la vida como de paso y con cara de asco. Luego por dentro están deseando, pero el manager de turno les ha dicho" que pongan "cara de que te da igual todo'".
Pero si hay algo de lo que Raphael puede estar tranquilo es sobre su retirada. "Indudablemente, algún día tendré que hacerlo. Un día me levantaré con el pie torcido y diré: hasta aquí."
Raphael tiene claro que llegará el momento en el que sabrá decir cuándo parar. Pero, por ahora, aún no se imagina despidiéndose de sus seguidores y de los escenarios, que han sido su vida.
Aunque hay algo que le parece difícil a estas alturas: que el personaje no le coma su persona. "Cada día es más difícil. Es como cuando te dan un premio."
"Es tan difícil que te premien cuando ya te lo han dado todo... Me dicen, ¿pero qué te vamos a dar? Pues algo... ¡Que se note que sigo ahí!"
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