Rocío Carrasco por fin se ha animado a hablar sobre uno de los temas más controvertidos de su pasado y por el que tantas críticas ha recibido.
La mujer de Fidel Abiac renunciaba a sus hijos, pero también rompía todo lazo con sus hermanos, una decisión que muchos siguen sin entender.
Ahora, Rociíto ha decidido romper su silencio y explicar realmente por qué decidió alejarse y también por qué nunca podrá retomar el contacto con ellos.
La hija de 'la más grande' habla sin ningún rencor tanto de Gloria Camila como de José Fernando y parece haberse quedado con los buenos recuerdos del pasado. Aunque, eso sí, sigue sin estar preparada para enfrentarse cara a cara con sus hermanos y darles explicaciones.
De Gloria asegura que echa en falta a aquella niña "pizpireta, graciosa e inteligente que conseguía quedarse con todo el mundo".
Sin embargo, tras la muerte de Rocío Jurado todo cambiaba drásticamente, ya que a pesar de que era consciente de que los niños habían perdido a su madre y la necesitaban, Carrasco se encontraba en su peor momento.
"Después de que me ocurriera lo mío en julio", recuerda sobre la dramática pelea con su hija. "Ortega me llamó por teléfono. Era una llamada de auxilio, de échame una mano porque Gloria estaba teniendo una adolescencia complicada".
Al parecer, la joven no estaba pasando por un buen momento, y el diestro recurría a ella para que la guiase por el buen camino.
"Yo accedí a ayudar a Ortega porque me dijo que hablara con ella. Desgraciadamente, me había pasado lo de mi hija y tuve que buscar las palabras adecuadas", manifestaba. "Hablamos hermana mayor-hermana pequeña y ella reaccionó bien".
Rocío Carrasco da la cara por sus hermanos
Para sorpresa de Rociíto, esa intervención no le hizo ninguna gracia a Ortega Cano, que le echaba en cara el tono que había empleado con su hija.
"José empieza a decirme que quién me creo yo, que quién soy yo para decirle a su hija cómo se tiene que comportar, que yo no soy su madre".
Algo, que según relata Carrasco, la descolocaba por completo y la llevaba a quitarse de en medio.
"No entendía nada. Así que decidí desaparecer y no saber nada de nadie. No creo que Gloria supiera que yo estaba así", sostiene. "Supongo que se enterará ahora".
La mujer de Fidel Albiac tiene claro que a su hermana le han contado una versión distorsionada de la historia, sobre todo acerca de lo ocurrido con su hija.
"La pelota se le habrá ido haciendo mayor y se le habrá ido intoxicando de una manera que todo eso da lugar a que ella tenga la actitud y tenga las reacciones que ha tenido en mi contra", alega.
Además, deja claro el motivo por el que tampoco pudo seguir haciéndose cargo de los niños. "Yo no podía ni hacerme cargo de mí. Quería que aquello se resolviese de forma favorable, pero me encuentro que me dan otra hostia que no me vi por dónde me venía".
Y justo por eso, insiste en que no está preparada para retomar el contacto ni con Gloria ni con José Fernando.
"No estoy preparada y quien no lo entienda es que no ha tenido una enfermedad o un problema mental, o nunca se ha visto inmerso en una depresión, o nunca ha tenido un ataque de pánico", remarca.
Por otro lado, Carrasco vuelve a señalar al único responsable de todo lo ocurrido. "Hay un núcleo que es 'el ser'. No puedo estar con alguien que tiene relación con esa persona", sentencia con seguridad.
En su opinión, el único que escapa de todo el drama mediático es José Fernando. "Es un niño que no se ha metido nunca en nada de nadie, que no le ha hecho daño a nadie, nada más que se lo ha hecho a sí mismo", dice sobre él.
"Es súper noble, tiene un corazón enorme. Yo siempre he dicho que es el mejor con muchísima diferencia, de sentimiento", añade.
"Que luego es un niño que ha cometido errores, sí, muchos, pero esos errores a la única persona que le han hecho mal es a él. Porque el que se ha autodestruído ha sido él".