Tras el fallecimiento de Rocío Jurado, su hija se siente en la necesidad de honrar su memoria y cumplir uno de sus grandes sueños: abrir un museo en Chipiona.
Sin embargo, y lamentablemente para Rocío Carrasco, esto se convierte en nuevo motivo de discordia con su familia.
Pero, sobre todo, con su tío Amador Mohedano, que siempre le ha reprochado su negativa a querer abrir dicho museo.
Tanto el hermano de 'la más grande' como el resto de la familia señalaban a Carrasco como la responsable de que las obras necesarias no se llevasen a cabo.
De hecho, era este mismo julio cuando por fin se inauguraba. Un momento que aprovecharon para volver a acusar a Rociíto de llenarse los bolsillos y sacar tajada con las visitas que se realizan a diario.
En este último episodio de En el nombre de Rocío, la protagonista cuenta por fin qué pasó realmente y cómo se ha fraguado esa esperada apertura.
De hecho, varios miembros del clan manifestaban abiertamente su negativa a presentarse en el lugar.
Rociíto se remonta al año 2011, cuando por fin se sentía con fuerzas para ocuparse de este tipo de asuntos.
Sin embargo, desde un primer momento pone distancia y tiene claro que hay ciertas personas de las que no se fía para llevarlo a cabo.
"Quiero un notario que haga un acta y que esté presente cuando se introduzca todo en el museo y que tome nota porque no me fío de Amador", explica Carrasco en su docuserie.
Rocío Carrasco explica los motivos del retraso de la apertura del museo
"No iba a vincular el nombre de Rocío Jurado con absolutamente nada que no estuviera dentro de la legalidad. Si lo quieren entender que lo entiendan y si no lo quieren entender que no lo entiendan, pero eso es lo que hay", remarca.
Para la hija de 'la más grande', el motivo de esos desencuentros con los Mohedano se deben a que "son una banda organizada". "Van todos con una misma finalidad y hacen ver que todos ellos están unidos".
Eso, mientras "la única que no quiere tener relación soy yo. Van contra mí. Está todo premeditado, organizado", les atiza una vez más.
De hecho, para despejar cualquier duda, Rocío demuestra con pruebas que el motivo del retraso en la construcción y la apertura del museo no tienen nada que ver con ella.
"Había un error administrativo. Cosas que no se habían hecho bien con los gobiernos anteriores. Siempre se achacaba a mí pero no soy yo", explicaba ya hace unos meses.
Carrasco insiste en que ella "siempre ha querido que se abriese el museo de Rocío Jurado en Chipiona, pero en las condiciones que ella se merecía".
"Yo no podía vincular el museo por una prisa, por una presión electoral, por una presión familiar, por unos intereses económicos de la familia", alega con vehemencia.
La hija de 'la más grande' tampoco duda a la hora de acusar a su tío Amador de tener "claros intereses económicos" con ese museo.
"Amador de director, Gloria Mohedano en el cochecito llevando a la gente por la ruta turística", narra acerca de las distintas labores que desempeñarían.
"Otro en el bar, otro vendiendo palomitas en la puerta. Se veían todos colocados ya y yo eso no lo iba a hacer con las condiciones que tenía el museo".