Rocío Carrasco va sumando cada semana nuevos testimonios que avalan los supuestos malos tratos que recibió durante su matrimonio con el exguardia civil. Testigos dispuestos a mantener su versión ante un juez en el caso de que así fuera necesario.
No obstante, pese a las evidencias, la nieta de 'La Más Grande' sigue sin acercar posturas con su madre. La influencer decidió no pronunciarse sobre el documental, pero sí que ha confesado estar más que harta. Rocío sigue empeñada en no creerse que su padre fuera capaz de hacer lo que dicen que hizo y así rompía su silencio.
Rocío Carrasco hundida tras el último desplante de su hija
Rocío está próxima a poner punto y final a la segunda parte de su documental. En el nombre de Rocío se centró en su familia mediática, pero también ahondó en la influencia de 'el ser' en el distanciamiento con ellos.
Antonio David ha sido una constante en el testimonio de la mujer de Fidel y se han conocido nuevos episodios turbulentos durante el matrimonio. El último de ellos ha sido el de Tony Rodríguez, el que fuera guardaespaldas de la hija de la chipionera.
Afirmó haber sido testigo de insultos y descalificaciones por parte del malagueño y cómo este asumía el maltrato como algo cotidiano. Sobre esta aparición, fue preguntada Rocío Flores cuando reapareció públicamente.
Visiblemente cansada, la hija de Rocío Carrasco se despachó a gusto contra el exguardaespaldas despreciando a su vez a su progenitora. Confesó que "pasa olímpicamente" de lo que contó Tony demostrando que hace oídos sordos a las acusaciones hacia su padre.
"No sé quién es el guardaespaldas ese, me acabo de enterar ahora mismo", añadió. Obviamente no puede recordarlo, pues Rocío era una prácticamente un bebé cuando Rodríguez trabajaba para su madre.
Con su actitud, la joven demostró que no quiere ni escuchar qué tienen que decir quienes presenciaron los supuestos malos tratos hacia Rocío. Demostrando así que está más lejos de su madre que nunca.
Rocío Carrasco sabe que jamás habrá reconciliación
La hija de 'La Más Grande' siempre guardó la esperanza de que su hija hiciera el esfuerzo de comprenderla tras escuchar su testimonio. Pero demostrar que fue víctima de malos tratos por parte de Antonio David, no ha hecho sino alejarla de ella.
Bajo el influjo del exguardia civil, la influencer se niega a escuchar lo que Rocío tiene que contar. Las pruebas, los testigos, el diagnóstico de los médicos, nada le sirve para abrir los ojos y tomar sus propias conclusiones.
A sus 26 ha dictado sentencia contra su madre y no quiere ni oír hablar de ella. Confesó no estar siguiendo el documental y se ha mostrado cansada de que siempre le pregunten por lo mismo. "Llevo un año y medio con lo mismo, entonces ya...", decía con cara de pocos amigos.
De un tiempo a esta parte, la actitud de Rocío Flores con la prensa ha cambiado de forma notable. Evita pronunciarse sobre las polémicas familiares y mucho menos si simpatiza con el dolor de su madre.
De hecho, fue su negativa a hablar de su vida lo que afectó de lleno a su trabajo en televisión. Hacía meses que se negaba a contestar a las preguntas que sus compañeros de Ana Rosa le hacían sobre su familia mostrándose a la defensiva.
Rocío no interesa si no es para dar su opinión sobre lo que está saliendo a la luz y Mediaset lo tiene claro. De ahí que su vuelta todavía se esté negociando sin llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes.