Marta Riesco y Antonio David atraviesan su mejor momento, a pesar de la última polémica que han podido protagonizar con Olga Moreno.
Tanto es así, que ellos ya hacen caso omiso a las críticas y se dejan ver más felices y unidos que nunca. Ambos son muy conscientes de que lo peor del vendaval ya ha pasado.
Y ahora ya solo les queda mirar con ilusión al futuro, teniendo muy claros cuáles serán sus próximos pasos.
Para empezar, Riesco no duda en dejar caer indirectas acerca de cómo y cuándo le gustaría que Antonio David le pidiera matrimonio.
"Cuando me vayas a pedir matrimonio me gustaría que fuésemos a la torre Eiffel", ha confesado la reportera en una reciente entrevista.
"Que cantase 'la vie en rose' y que digas: 'La torre Eiffel es preciosa, pero nada en comparación contigo'".
Sin duda, Marta tiene las expectativas muy altas, así que el exguardia civil ya puede ir preparándose para ese gran momento.
Aunque, por suerte, cuentan con el apoyo y la aprobación de sus hijos, Rocío y David. Pero, hasta que se decidan, siguen disfrutando de un impresionante ritmo de vida y dándose toda clase de caprichos.
De hecho, recientemente la parejita ha estrenado un nuevo nidito de amor en Málaga, donde planean mudarse para estar un poco más cerca de los hijos de Antonio David.
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De momento, ya se han filtrado algunos detalles sobre este piso que han alquilado por nada menos que 2.000 euros al mes.
Una cifra que debe sumarse a la que ya pagan por el apartamento que comparten en una de las zonas más exclusivas de Madrid.
Marta no puede estar más feliz con su nueva vida, y buena prueba son los mensajes que deja en redes sociales. "La felicidad es esto", compartía hace unas horas con sus seguidores.
A pesar de haberle declarado abiertamente la guerra a Olga Moreno y verse obligada a abandonar Twitter por ese mismo motivo, nada parece afectarle a la reportera.
"Me costó aceptar en terapia que no puedes agradar a todo el mundo. Que no puedes caerles bien, que no todos quieren ser tus amigos", se sinceraba hace poco.
"Y que en un alto porcentaje aunque ni ellos ni te conozcan ni te hayan visto ni de lejos, si han decidido que te quieren odiar, lo harán. ¿Y sabes qué? Que no puedes hacer nada al respecto".
De esa forma, Marta habría tomado la firme decisión de ignorar a sus detractores y no sufrir más por sus ataques.
"Ellos solo quieren odiarte y pagar sus propias frustraciones contigo", confiesa a sus followers. "Con el paso del tiempo y después de leer mucho sobre este tema me di cuenta de algo, y es que quien quiere odiarte, lo va a hacer, con o sin razones".
Así, la reportera llegaba a la conclusión de que para lo único que había servido enfrentarse a sus haters "es para que sigan cargando contra ella o, incluso, llamarle enferma y loca por defenderse".
"Lo preocupante sería que la gente de mi alrededor pensara eso sobre mí o que me hicieran dudar de sí soy o no soy una buena persona", reflexionaba al respecto.
"Como sé lo que soy y el amor y la alegría que desprendo y que tengo en mi vida, he decidido no dar a esas personas la carnaza que quieren a mi costa".
Y advertía que había tomado la decisión de no volver a Twitter hasta que "la ley ponga orden ante tantos delitos injustificables de odio y acoso".
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