Rocío Flores lleva años sin ver a su madre, Rociíto. Sin embargo, este verano tuvieron una gran oportunidad para reencontrarse.
Fue con motivo del juicio por la manutención de David Flores, cuando madre e hija esperaban verse las caras. Y es que Carrasco se enfrentaba a un delito por abandono de familia, por el que la Fiscalía le pedía un año de prisión y 19.000 euros de multa.
Aunque, lamentablemente tanto para Rocío como su hermano, Rociíto les dejaba plantados y no se presentaba en los juzgados de lo penal número 11 en Madrid.
Sin duda, un durísimo golpe para la joven, que se quedaba muy afectada. Es más, no dudaba en hablar abiertamente sobre el tema en el canal de sus abogados, donde terminaba rompiéndose por completo.
"Nosotros nos hemos presentado en el juzgado y para sorpresa nuestra, no estaba ella", contaba. "He tenido una mañana brutal porque iba a ser la primera vez que la tuviese que ver y la verdad es que estaba bastante nerviosa", aseguraba muy emocionada.
Rocío Flores se enfrenta al rechazo de su madre
De ese modo, Rocío Flores explicaba que pese al daño que le ha podido hacer, siempre ha respetado a Carrasco como su madre. Por tanto, ni se planteaba declarar en su contra.
"Es una decisión que se toma previamente, no es una decisión que se tome hoy", alegaba al respecto. Era ahí cuando se rompía por completo, y reconocía que estaba viviendo un infierno "todos los días de su vida".
"No entiendo muchas cosas y nunca las entenderé. Lo único que quiero es que se haga justicia y que esto se acabe. Quiero que salga a la luz la realidad", sentenciaba.
Desde entonces, Rocío tomaba una drástica decisión y es que no quiere volver a saber nada de ella. Mientras que en su docuserie, la mujer de Fidel Albiac dejaba muy claro que no estaba preparada para ver a sus hijos.
Después de años de tratamiento y luchando por superar el maltrato sufrido por parte de Antonio David, Rocío Carrasco aseguraba que encontrarse ahora con Rocío y David supondría dar un gran paso hacia atrás en su recuperación.