La familia de Rocío Carrasco no parece estar dispuesta a darle tregua, y es que la docuserie fue ya la punta del iceberg.
Ninguno de los Mohedano tiene intención de ceder ante los ataques de la hija de ‘la más grande’, mientras que ella dejaba muy claro que no quiere saber nada de ellos.
De esa forma, las relaciones familiares parecen irreconciliables. Pero eso no quita que sigan lanzándose dardos envenenados cada vez que tienen oportunidad.
La última polémica ha surgido a raíz de la fiesta de cumpleaños de Gloria Camila Ortega, una celebración que sigue dando que hablar.
La joven ha cumplido 27 años por todo lo alto con una celebración en la que no han podido faltar ni sus hermanos, ni sus sobrinos, Rocío y David Flores.
Y también hacían acto de presencia otros familiares como Rosa Benito y su hija Chayo Mohedano. Algo que despertaba la ira de la marea fucsia, las firmes defensoras de Carrasco desde la emisión de su docuserie.
Así, definían los vídeos y fotos que habían compartido de esa fiesta como parte de la violencia normalizada contra Rociíto.
Alegando, sobre todo, que se había usado a su hijo David “para hacer llegar nuevamente el mensaje de «tu madre no te quiere»”.
Un comunicado que conseguía enfurecer a Chayo Mohedano, que no tardaba en explotar en redes sociales.
“Este es el comunicado que han redactado las feministas de la marea fucsia. Mediaset ha hecho mucho daño y aquí la prueba”, se lamentaba.
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“¿Violencia normalizada en una fiesta familiar? Desteñidas, a vosotras si os tendrían que encerrar de por vida y que nadie os diera amor”, arremetía contra sus detractores.
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Y siguiendo en la misma línea para demostrar la unión familiar y que siguen siendo una piña, Chayo no ha dudado tampoco en compartir una imagen que vale más que mil palabras.
Una tierna foto en la que aparece junto a Rocío Flores y Gloria Camila cuando eran apenas unas niñas, y acompañada de un simple mensaje: “Os quiero”.
Todo un golpe al corazón de su prima Rociíto, que hace años que no mantiene relación ni con su hija ni con su hermana.
De hecho, la acusan de haber destrozado a su familia y haber roto cualquier posibilidad de una reconciliación con sus actos.
A pesar de que Chayo era una de las pocas con las que la mujer de Fidel Albiac seguía manteniendo relación, ella también le terminaba dando la espalda.
Chayo se mostraba muy molesta con su prima por lo que había dicho no solo de su familia, sino también por haberla señalado y acusado de formar parte del complot en su contra.
De hecho, la tachaba nada menos que de ser una persona “desagradecida” y haberse “portado mal” con ella. Algo ante lo que Chayo Mohedano decidía cortar todo lazo.
“¿Qué me he portado mal con ella? ¿Por qué?”, se preguntaba. “¿Por qué crees que dice que me he portado mal con ella? Aún sigo esperando que dé los motivos”, señalaba al respecto.
“Sin embargo, yo sí puedo decir que ella se ha portado mal conmigo y con toda la familia, y a las pruebas me remito”, sentenciaba devolviéndole el golpe.
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Aunque, pese a ello, parece que todavía le ha dejado una puerta abierta para arreglar las cosas. Mientras que su madre, Rosa Benito, se ha mostrado bastante más implacable.
“Cárcel debía tener una madre que pone a los hijos a los pies de los caballos”, acusaba a su sobrina.