Sandra Barneda se ha convertido en una de las presentadoras más queridas por la audiencia y uno de los rostros imprescindibles de Telecinco.
Pese a ello, ha intentado mantener su vida privada en un segundo plano, aunque su relación con Nagore Robles fue de lo más mediática.
El romance entre ambas nacía también bajo los focos de la televisión, cuando en 2017 coincidían en el plató de Supervivientes. Y al igual que nacía de esa forma, años después también se extinguía ante los ojos de todos sus seguidores.
Actualmente, Barneda ya tiene una nueva ilusión, y es que mantiene una relación con Pascale Paerel, una ex bailarina holandesa del National Opera Ballet de los Países Bajos.
A sus 47 años, no cabe duda de que Barneda convierte en oro todo lo que toca. Pocos recordarán que su debut en Telecinco fue en el 2009 con el programa De buena ley, donde se representaban juicios.
A partir de ahí, sus trabajos en la cadena de Fuencarral fueron sucediéndose uno tras otro. E incluso llegó a sustituir a Ana Rosa Quintana durante tres veranos seguidos.
Con el tiempo, la presentadora se ha convertido en uno de los rostros más reconocidos de la cadena, estando actualmente al frente de La isla de las Tentaciones.
Desde República Dominicana, Sandra vive de cerca los dramas amorosos que surgen entre las parejas que están dispuestas a poner a prueba su relación.
Aunque lejos de la televisión también triunfa como escritora, siendo finalista del Premio Planeta en el año 2020. De hecho, se alzaba con los 150.000 euros del galardón por su novela Un océano para llegar aquí.
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Sandra Barneda siempre ha intentado mantener con total discreción su vida privada, aunque todo saltaba por los aires al hacerse pública su relación con Nagore Robles.
Las dos fueron captadas por las cámaras en actitud muy cariñosa, lo que no hacía más que alimentar los rumores sobre su romance. Un secreto a voces que terminaban confirmando con un apasionado beso. Así mantuvieron su noviazgo alejado del ojo público, pero sin esconderse, durante tres años.
La primera que se atrevía a dar el paso en redes sociales era la propia Barneda, que en 2017 le dedicaba un romántico post a su chica.
“Al principio fue difícil compartirte y más en un plató de televisión. Pero, ¿qué hay que no superemos?”, se preguntaba.
“Siempre es un placer tenerte cerca. Eres de las mejores colaboradoras y esta noche es un doble placer que estés en el elenco de los elegidos para el Última Hora”, anunciaba orgullosa.
“Sí, ya sé que no es tu foto favorita… ¡Pero a mí me encanta!”, se declaraba a Nagore Robles por todo lo alto.
Durante el tiempo que estuvieron juntas, incluso decidían adoptar un perrito llamado Nash, que fue el principal testigo de su amor.
Y cuando las dos decidieron darse un tiempo, el perrito fue también el nexo que las mantuvo unidas.
“Enamorarme de Nagore es lo más fuerte que me ha pasado en la vida”, reconocía Barneda muy emocionada. Lamentablemente, esa historia de amor tan bonita no fue capaz de hacer frente a los muchos altibajos que venían atravesando.
“El amor también significa aceptar los finales y dejar ir aunque sea una decisión difícil”, anunciaban mediante un comunicado de forma conjunta a principios del año pasado.
Una ruptura que llegaba “de común acuerdo” para “evitar especulaciones y noticias difamatorias”.
“Tomamos caminos separados, pero deseándonos siempre lo mejor la una a la otra. Por favor os pedimos respeto para ambas en este momento”, explicaban.
Y aunque Nagore Robles ha sido uno de los grandes amores de su vida, antes de estar con ella tuvo un novio del que casi no se habla.
La propia Sandra Barneda confesaba que antes de estar con una mujer tuvo un novio. Sin embargo, poco se sabe de él, ya que no es un rostro público. “Yo tenía mi novio, pero me doy cuenta porque me enamoro de mi profesora de la facultad”, aseguraba.
“No sabía lo que era ni lo que me estaba pasando. Le escribí una carta y jamás contestó. Eso fue horrible porque dije: «joder, te estoy pidiendo consejo»”, se lamentaba.
“A los 15 años, recibí una carta de una compañera de baloncesto. No fui consciente, no lo supe ver”, contaba al respecto.
“La encontré al cabo de los años en una mudanza. Es una de las cartas de amor más bonitas que me han escrito en mi vida”.
Acerca de su sexualidad, ella misma confiesa que le costó hablar sobre el tema porque “entonces mi manera de vivir no era políticamente correcta”.
“Decidí tomar el control yo. Se acabó. Empecé a contar”, alegaba. “Iba dirigido al que nos mira desde un lugar que no entiende. Iba dirigido al «qué más te da si es amor». ¿Me rechazas porque amo a alguien igual?”, añadía.