La pensión de incapacidad permanente es una prestación de la Seguridad Social para quienes no pueden trabajar por enfermedad o accidente. Esta pensión tiene como objetivo ayudar a los trabajadores que, por problemas de salud, ven limitada su capacidad laboral. Existen distintos grados de incapacidad, dependiendo del nivel de afectación de la persona.
¿Qué es la pensión de incapacidad permanente?
La pensión de incapacidad permanente es una ayuda para quienes no pueden trabajar debido a un accidente o enfermedad. Los grados de incapacidad son: parcial, total, absoluta y gran invalidez.
La pensión varía según el grado de incapacidad y el impacto que esta tenga en la vida laboral de la persona afectada. El objetivo es proporcionar un apoyo financiero a quienes no pueden trabajar más en su ocupación habitual.
Para solicitar la pensión, la persona afectada debe iniciar el trámite a través de la Seguridad Social. En algunos casos, la solicitud puede ser de oficio, es decir, cuando la Seguridad Social detecta que una persona puede ser candidata para la pensión debido a su situación de salud. También es posible que el trabajador presente la solicitud por su cuenta.
Para hacerlo, debe acceder a la Sede Electrónica de la Seguridad Social, donde podrá completar los formularios necesarios y adjuntar la documentación requerida. Es importante tener en cuenta que, en algunos casos, se requiere un informe médico que respalde la incapacidad para realizar el trabajo.
La cantidad que se recibe por incapacidad permanente depende de varios factores. En el caso de la incapacidad permanente parcial, se recibe una indemnización a tanto alzado que corresponde a 24 mensualidades de la base reguladora.
Si se trata de una incapacidad permanente total, la pensión es del 55% de la base reguladora, con la posibilidad de aumentarlo al 75% a partir de los 55 años. Para la incapacidad permanente absoluta, el porcentaje es del 100% de la base reguladora. Finalmente, en caso de gran invalidez, se proporciona un complemento adicional para los gastos de asistencia personal.
La pensión de incapacidad permanente puede ser solicitada por cualquier enfermedad que limite significativamente la capacidad de una persona para trabajar. No hay una lista oficial de enfermedades, pero se reconocen condiciones como el cáncer, trastornos psiquiátricos, artrosis y enfermedades cardíacas. Cada caso se evalúa individualmente, y la decisión depende de cómo la enfermedad afecta al trabajo del solicitante.