La jubilación anticipada es un derecho que ofrece la Seguridad Social a trabajadores que, debido a una discapacidad significativa, ven limitada su capacidad laboral. Para 2025, se han actualizado las condiciones y las enfermedades que permiten acceder a este beneficio, garantizando mayor protección para quienes enfrentan estas situaciones.
Requisitos para la jubilación anticipada por discapacidad
Para solicitar la jubilación anticipada por discapacidad, es necesario cumplir con ciertos requisitos. El primero es contar con un grado de discapacidad igual o superior al 45%, reconocido oficialmente.
Además, se exige haber cotizado al menos 15 años a la Seguridad Social, de los cuales cinco deben haber sido trabajados con la discapacidad reconocida. La edad mínima para acceder depende del grado de discapacidad. Los trabajadores con un 45% se jubilan a los 56 años, y con un 65%, a los 52.
La lista incluye discapacidades intelectuales como el síndrome de Down y el X frágil. También están incluidas enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple y la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), así como trastornos del espectro autista y enfermedades mentales graves como la esquizofrenia.
Además, se contemplan daños cerebrales adquiridos debido a traumatismos, secuelas de tumores o infecciones, y enfermedades genéticas como la fibrosis quística o la osteogénesis imperfecta. Estas patologías se consideran incapacitantes y afectan significativamente la capacidad de trabajo.
Además de las enfermedades ya incluidas, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha propuesto la incorporación de 11 nuevas patologías. Según sus estudios, estas reducen considerablemente la esperanza de vida y afectan de manera severa la calidad de vida de quienes las padecen. Este debate podría ampliar aún más los derechos de los trabajadores que enfrentan enfermedades graves.
Procedimiento para solicitar la jubilación anticipada
El procedimiento para acceder a la jubilación anticipada por discapacidad comienza con el reconocimiento oficial de la discapacidad. A continuación, se debe acreditar el tiempo cotizado y presentar una solicitud formal ante la Seguridad Social.
Es fundamental contar con toda la documentación necesaria para que el proceso sea ágil y eficiente. Consultar con expertos o la Seguridad Social ayuda a resolver dudas y cumplir requisitos.
La inclusión de más enfermedades y la mejora en los procesos de solicitud reflejan un esfuerzo por parte de la Seguridad Social para proteger a los trabajadores que enfrentan estas dificultades. Estas medidas buscan garantizar una jubilación digna y justa para quienes necesitan este apoyo, asegurando que puedan enfrentar el futuro con mayor tranquilidad.