La pensión de jubilación es un derecho para los trabajadores que han cotizado durante años. Sin embargo, la Seguridad Social puede denegar este derecho, incluso si has cotizado más de 40 años, si no cumples con ciertos requisitos adicionales. Estos factores son clave para garantizar que puedas acceder a tu pensión, y no cumplir con ellos puede suponer una sorpresa desagradable.
La Seguridad Social puede quitarte la pensión
Uno de los requisitos principales para acceder a la pensión de jubilación es la carencia específica. A pesar de tener más de 40 años cotizados, si no has cumplido con la carencia en los últimos 15 años de trabajo, la Seguridad Social puede denegar tu pensión. Esto significa que aunque hayas trabajado durante muchos años, no haber cotizado en los últimos 15 años podría dejarte sin pensión.
Además de la carencia específica, hay otro aspecto muy importante: estar al corriente de los pagos. Si, por alguna razón, no has pagado todas las cuotas de la Seguridad Social, no podrás acceder a la pensión de jubilación.
Esto es especialmente relevante para los autónomos, que deben asegurarse de que sus pagos estén al día. Cualquier deuda pendiente puede dar lugar a la denegación de la pensión, aunque hayas cotizado durante décadas.
Otro punto crucial es estar en situación de alta o en situación asimilada al alta. Si estás de baja o en incapacidad permanente y no cumples los requisitos, podrías perder el acceso a la pensión. La Seguridad Social requiere que los trabajadores se encuentren en una situación activa para poder acceder a los beneficios.
Por lo tanto, aunque hayas cotizado más de 40 años, hay varios requisitos adicionales que debes cumplir para garantizar que tu pensión no sea denegada. Si no estás al corriente de tus pagos o no cumples con la carencia específica, la Seguridad Social tiene la facultad de rechazar tu solicitud. Estas situaciones son comunes, especialmente entre los autónomos, que a menudo tienen dificultades para mantener al día sus pagos o cumplir con la carencia.
Si te encuentras en esta situación, lo primero que debes hacer es comprobar tu historial de cotizaciones. La Seguridad Social tiene herramientas que te permiten ver tu estado de cotización y si estás al día con tus pagos.
Si descubres algún error o falta, puedes regularizar tu situación antes de que sea demasiado tarde. Además, si tu pensión es denegada, puedes presentar una reclamación administrativa o recurrir al Juzgado de lo Social, en función de tu caso.