Ana Obregón ha sido madre a los 68 años (o quizás a los 70). Ana Obregón lo ha hecho bien o lo ha hecho mal. Ha sido egoísta o es que ha sufrido mucho.
El debate sigue sobre la mesa (incluso abre informativos) una semana después de que saltase la noticia que ha sido sin duda la noticia del año, y el foco mediático sigue puesto al 90% en ella, en Ana Obregón, quien por todos es sabido que perdió a su hijo Aless hace casi tres años.
Pero, ¿qué pasa con Alessandro Lequio? No hay duda que la expareja afrontó la pérdida del joven de una manera muy diferente, ambas muy respetables.
Mientras Ana optaba por hacer público su dolor y compartirlo con sus seres queridos, amigos, conocidos y seguidores, Lequio apenas ha hecho ninguna alusión pública en todo este tiempo y ha optado por el silencio. Eso no significa, ni mucho menos, que no haya sufrido y que no lo siga haciendo cada día que pasa.
Tiene sus cosas y te puede gustar más o menos como colaborador o como personaje público, pero lo que es, es. Vale más por lo que calla que por lo que habla, y cuando habla, siempre sube el pan.
Hace unos días dijo que lo sabía todo con respecto al proceso de maternidad de Ana Obregón, y tan solo unas horas más tarde, tras asegurar que no hablaría más del tema, reculó para confesar que se estaba enterando de cosas que desconocía.
Pese a la buena relación que ambos intentan transmitir, lo cierto es que no es tan idílica como dicen, al menos en estos momentos.
Visiblemente enfadado y molesto por algunas cosas, aunque siempre prudente y respetuoso con la madre de su hijo, por ahora Lequio ha preferido abandonar momentáneamente el barco y tomarse unas pequeñas vacaciones forzosas lejos de El Programa de Ana Rosa.
Unas vacaciones que coinciden con la Semana Santa y también con la filtración del supuesto nombre que Ana habría decidido ponerle a su pequeña, que no es otro que el de Ana Lequio.
Este asunto, la posibilidad de que Aless Lequio sea el padre de esta niña, y otros asuntos más serán aclarados por la propia Ana, si no es este miércoles, será el próximo. Veremos entonces cuál será la actitud pública de Alessandro Lequio. Un hombre que también perdió a su hijo, y que también ha sufrido, y cuyo dolor no debe ser tratado como algo "de segunda", como ha sido.