Ser la pareja de Antonio David trae consecuencias aunque no quieras, y sino que se lo digan a Marta Riesco. Se ha convertido en una de las grandes protagonistas de la semana dentro de la crónica social a raíz de su enfrentamiento televisado (aunque no del todo) con la periodista Cristina Porta.
Sí, ahí estaba yo, y la verdad es que nunca pensé que un photocall de la inauguración de San Isidro 2023 daría para tanto. “Después de ser testigo de todo lo que pasó, ¿eres más de Riesco o de Porta?”, me han preguntado durante estos días. Lo cierto es que de ninguna de las dos, o de las dos. No se trata de elegir, sino de ser coherente con lo que ves, y sobre todo con lo que no se ve, en este caso con todo lo que Marta lleva a sus espaldas, que no es poco.
Marta Riesco no estuvo acertada y Cristina Porta tampoco
No me caso con nadie y no tengo necesidad ni motivo por el que defender a unos o criticar a otros, simplemente informo, y en este caso opino desde la libertad. Y mi libertad me dice que ninguna de las dos estuvo acertada en las formas. Fue un completo circo, y aunque como ‘salseo’ se vio maravilloso, lo cierto es que el asunto terminó por enfadar a varios compañeros. Los gritos y la pérdida del control de la situación imposibilitaba poder realizar las entrevistas a todos aquellos que pasaban por el photocall.
Porta quería información y provocar una reacción en Marta, y Marta entró en pánico al ver que un micrófono con el nombre de Sálvame se acercaba a ella. Marta saltó por impulso e instinto, y no se dio cuenta de que (por su bien profesional) hay cosas que no debería de haber dicho, aunque la gente pueda aplaudir sus palabras porque defienden la misma causa.
Las empresas son empresas, y por desgracia todo tiene consecuencias y no siempre las decisiones son justas. Y todo esto lo digo dejando a Cristina Porta de lado, ya que en este caso la protagonista es Marta, y no por este incidente, sino por todo lo que esconde su proceder.
Marta Riesco no pasa por su mejor etapa
Que no atraviesa su mejor momento es una realidad, y ya lo ha expuesto ella misma de la forma más vulnerable a través de sus redes sociales. Eso nadie debería de cuestionarlo, aunque creo que el exceso de sinceridad no debe confundirse con el hecho de actuar en modo ‘kamikaze’. A veces hay que respirar, pensar dos veces, y retirarse de todo lo que no le beneficie a uno a nivel emocional.
Por ejemplo, las redes sociales. Marta Riesco busca ser comprendida, apoyada por cuántos más mejor, y no lleva bien que le lleven la contraria o que no le den la razón. Y eso es un error, porque la autocrítica con la gente que contigo ejerce empatía es algo que le hará más feliz. No todo es blanco o negro, y el mundo no te odia.
Entiendo el acoso al que se ha visto sometida en numerosas ocasiones. Muchas veces lo he dicho públicamente, que no es justo y que se han superado muchos límites con ella solo por ser la mujer que está al lado de Antonio David. Ella sabe dónde trabaja, y aunque no haya concedido ni exclusivas, ni participe en realities, al final es Marta Riesco, la periodista.
Pero la periodista y gran perjudicada de toda esta historia. Dicen que el amor lo puede todo, pero yo prefiero poner el amor propio primero, a lo mejor así, y solo así, mejorarían las cosas.
NOVEDAD WHATSAPP: Pincha aquí para recibir GRATIS tus noticias favoritas del Corazón en WhatsApp