Supervivientes 2023 emitió el pasado domingo 16 de abril unas imágenes de lo más comprometedoras. La nueva edición del reality está dando mucho de qué hablar y lo sucedido en Supervivientes: Conexión Honduras no ha hecho más que aumentar la polémica.
A los conflictos entre los supervivientes se ha sumado un suceso que ha dejado a todos con la boca abierta. El hambre comienza a pasar factura a los habitantes de la isla, que están dispuestos a cualquier cosa para conseguir comida. Aunque con ello se jueguen su continuidad en el concurso como se desveló el pasado fin de semana.
Supervivientes 2023 desvela el gran secreto de una superviviente
Supervivientes es el concurso más extremo de la televisión. Si bien es cierto que un gran equipo permanece atento a cualquier problema serio de los supervivientes, es evidente el cambio que experimentan en la isla.
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Las inclemencias del tiempo, los mosquitos y, sobre todo, el hambre son las tres cosas que convierten Supervivientes en un infierno. Las dos primeras son inevitables, pero la tercera pueden controlarla a base de pescar, ganar las recompensas o usar el ingenio para conseguir alimento.
Esto es precisamente lo que salió a la luz en el plató de Conexión Honduras. Horas antes, Ion Aramendi anunció unas imágenes muy comprometidas y escandalosas de una de las concursantes, y no se equivocó.
En la Playa de los Olvidados permanecen aquellos concursantes que esperan la expulsión definitiva de Supervivientes. Hasta allí llegó Katerina después de que la audiencia decidiera que no siguiera en el concurso. Artur y Jaime le dieron la bienvenida y le pusieron sobre aviso de las penurias que se pasan en la cara oculta del concurso.
La rusa, que ya venía con hambre de Playa Paloma, decidió que no iba a soportar más el vacío de su estómago y se aventuró hasta la cabaña del equipo de Supervivientes. Allí, las cámaras de vigilancia captaron como Katerina robaba comida.
De regreso al lugar donde estaban sus compañeros, la modelo compartió el botín con ellos, que no dudaron ni un instante. A pesar de que sabían que era comida robada y que estaba estrictamente prohibido acercarse a la cabaña del equipo, los tres dieron buena cuenta de la comida.
Galletas, pan de molde, aceite, entre otras cosas, fue el suculento menú que los supervivientes se metieron entre pecho y espalda.
Supervivientes 2023 descubre que no ha sido la única vez
El programa emitió íntegramente las imágenes del robo de Katerina y expuso a los concursantes cómo estaba terminantemente prohibido acceder a ciertas zonas. Por no hablar de la rotunda prohibición de llevarse comida del equipo.
“Aprovechaba que el cámara estaba haciendo entrevistas personales a Jaime y Artur para robar, lo hacían con premeditación y alevosía, han robado un montón de cosas”, explicó Aramendi. “Hemos visto las imágenes de Katerina robando, pero está claro que los tres están en connivencia y eso es hacer trampa”, sentenció.
Los supervivientes asumieron la culpa, pero justificaron el acto de la rusa explicando la dura situación en la que se encuentran. “No es culpa de Katerina, es de los tres, estamos pasando mucha hambre, llevamos unos días jodidos”, señaló Jaime Navas. “Cualquier persona que estuviera en esta situación por lo menos se le hubiera pasado por la cabeza”, apuntaba la modelo.
En lo que lleva de concurso, Katerina solo ha perdido un kilo de peso, lo que ha hecho sospechar de que no es la primera vez que ha robado comida. Así se lo dejó caer el presentador preguntándole si lo ha hecho en más ocasiones.
Viéndose descubierta, la modelo respondía afirmativamente confesando que ha robado “en dos ocasiones”. “Una vez en Playa Paloma y una vez aquí”, reconocía.
Ion les informó de que “la organización va a tomar cartas en el asunto”, y Katerina dio un paso al frente afirmando que ella “acarrearía con las consecuencias”. Sin embargo, no llegó a sufrir ninguna penalización, pues la audiencia decidió que fuera ella la expulsada definitiva.