Tamara Falcó nunca pensó que llegarían a separar sus caminos, y mucho menos por su culpa. Después de que se haya especulado mucho durante los últimos días con los motivos de la ruptura, ahora ya se empiezan a saber más detalles. Y la marquesa habría desempeñado un papel esencial en esa historia de amor.
El mundo del corazón se levantó hace unos días sobresaltado después de que se conociera el distanciamiento de dos personajes muy conocidos. Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa decidían separar sus caminos de manera definitiva. En un primer momento se especuló con el que el motivo de la separación hubieran sido los celos del escritor.
Tamara Falcó, al parecer, tendría la culpa de este triste final. Ella fue la causante de la discusión que mantuvieron su madre y el peruano.
Durante la última semana se han publicado informaciones procedentes de los dos bandos, en donde las versiones, como es lógico, chocaban mucho. Eso hacía que resultara muy complicado entender lo que había ocurrido entre la pareja. La socialité fue la encargada de abrir la caja de los truenos.
Filtró que los celos del Nobel habían sido los responsables de la ruptura. Sin embargo, esto fue desmentido por él. También se ha publicado que la intención de Isabel era contraer matrimonio para ser "algo más que la amante".
Algunos medios indican que ella misma había dejado entrever a los periodistas que había sido la primera mujer que abandonaba a Vargas Llosa. El peruano también parecía un tanto descontento con el entorno de ella. Todo resultaba muy contradictorio y chocante.
También han sacado a la luz un cuento que publicó hace algo más de dos años y que tenía un cierto aire premonitorio. En él señalaba arrepentido que había abandonado a su esposa por "un enamoramiento de la pichula". En su día no se le prestó demasiada importancia, pero ahora empieza a cobrar sentido.
Tamara Falcó estaría al tanto de todo lo ocurrido en el último mes. La marquesa de Griñón, como recoge la revista Lecturas, habría sido la causante de esta ruptura tan sonada.
Es cierto que entre la pareja se producían discusiones y había bastantes diferencias entre ellos. Esgrimen que había celos y no solo por los hombres, también por la posición social y la agenda tan apretada que presentaba la socialité. Pero hubo un hecho que acabó marcando el final de la relación.
Fue el pasado 2 de octubre cuando la hija de Isabel Preysler dio unas polémicas declaraciones en México. Durante un congreso ultracatólico ofreció un discurso que generó mucho revuelo y que no habría gustado nada al escritor.
Así se lo habría transmitido a la filipina, que en ese caso salió en defensa de la colaboradora de El Hormiguero. A partir de ahí, su historia de amor sufrió una importante crisis que acabó con esta separación definitiva.
Tamara Falcó se había apoyado en él
Tamara Falcó siempre había tenido muy buenas palabras para la pareja de su madre. De hecho, cuando se traslada a casa de Isabel tras la ruptura con Íñigo Onieva recibe con agrado el cariño y los consejos del Nobel. En todo momento se había mostrado muy cercana con él.
Pero la vida de la marquesa de Griñón daba un giro inesperado en las últimas horas. Se conocía que había vuelto a reconciliarse con su ex tras salir a la luz una posible infidelidad. Todo esto después de que transcurrieran tres meses sin verse.
Durante todo este tiempo, el empresario hizo todo lo posible por acercarse a ella. Quería una segunda oportunidad y le ha prometido que nunca más le volverá a fallar.
Tamara Falcó debe decidir ahora sí sigue en pie la boda y los planes de formar una familia con Íñigo. Lo que parece más claro es que su madre no volverá más con el escritor peruano.
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