Tamara Falcó ha vivido una de sus semanas más complicadas. Después de conocerse el ingreso hospitalario de Mario Vargas Llosas tras dar positivo en coronavirus, la hija de Isabel Preysler decidió refugiarse en la fe.
Sin embargo, la situación de la marquesa de Griñón se complicaría todavía más al saber que Isabel Preysler también tuvo problemas de salud. Una situación delicada que puso a toda la familia en alerta y de la que ahora tratan de recuperarse.
Tamara Falcó se entera de que su madre ha estado enferma
El escritor peruano de 86 años tuvo que ser ingresado de urgencias en un hospital de Madrid tras padecer algunas complicaciones derivadas del COVID-19. El miedo ante una neumonía que complicara su salud fue el detonante de que Mario Vargas Llosa acabara hospitalizado.
Los rumores y el temor fueron en aumento y Tamara Falcó decidió pedir intervención divina para superar este trance. La actual marquesa de Griñón fue vista acudiendo a misa para rezar por la salud de su "tito Mario" y prefirió refugiarse en la fe cristiana.
Lo que pocos sabían era que la angustia de Tamara también estaba producida por el estado de salud de su madre. Isabel Preysler ha pasado por un momento muy delicado que ha terminado confesando a su revista de cabecera.
La Preysler ha explicado que Mario ya se encuentra en casa y que "está muy bien". También ha contado que ella ha sido de las pocas que ha podido estar junto al escritor en el hospital, dado que también dio positivo.
De hecho, según sus propias declaraciones "Mario me contagió". Afortunadamente, en su caso no requirió de hospitalización, ya que la madre de Tamara pasó la enfermedad sin complicaciones pese a sus 71 años. "Ya estoy bien", confesaba a la revista ¡Hola!.
Nada más conocer el ingreso del peruano, la novia de Iñigo Onieva se volcó en conocer de primera mano su evolución. Fue vista acudiendo a la clínica para visitar a la pareja de su madre con quien tiene una excelente relación.
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Tamara Falcó respira aliviada tras el bache de salud de su madre
Ahora que Vargas Llosa ya se encuentra descansando en la casa que Isabel Preysler tiene en Puerta del Hierro, Tamara respira tranquila. Más aún después de que los tres hijos de la pareja de su madre acudieran a visitarlos tras conocer su ingreso.
Fueron estos lo que emitieron un comunicado para anunciar que Mario había sido ingresado tras sufrir "algunas complicaciones" derivadas del coronavirus. Afortunadamente, su evolución fue positiva y ha logrado vencer la enfermedad sin mayores contratiempos.
Toda la familia del escritor está muy agradecida a la labor de los médicos y la atención que ha recibido por parte de la familia Preysler. Especialmente de Tamara Falcó quien ha vivido con angustia estos momentos sin despegarse de él.
Y es que la ganadora de Masterchef Celebrity 4 siempre se ha deshecho en halagos cuando ha hablado en público del novio de su madre. Con ello ha demostrado que su relación es excelente y que ha sufrido por él como si de una hija más se tratara.
Además, a esto hay que sumarle la angustia por la salud de su madre. Aunque la hispano-filipina ha pasado el virus sin problemas, cualquier mínimo cambio podría haber complicado su situación.
Recordemos que Isabel tiene 71 años y, como tal, entra dentro del grupo de personas con mayor riesgo. Por eso no es de extrañar que Tamara decidiera buscar consuelo en esa fe de la que siempre hace gala y en la que tanto confía.