Tras muchas idas y venidas, Tamara Falcó parece decidida a confiar en su novio, Íñigo Onieva. Eso, pese a los constantes rumores de infidelidad que persiguen al empresario desde hace tiempo.
Y es que ha llegado un punto en el que Onieva ni siquiera teme que le pillen. Así, se dejaba ver muy bien acompañado y dándolo todo de fiesta, mientras la hija de Isabel Preysler se encontraba en un retiro espiritual.
Sin duda, dos estilos de vida muy diferentes que a muchos les choca. Y es que ni siquiera los testigos de los desmadres de Íñigo dan crédito a que su novia pueda tolerar algo así.
“Las camareras de la barra me han contado experiencias de que si, en plan contra la pared y estar ahí a tope”, sacaban a relucir acerca de una de sus últimas fiestas.
Al parecer, Onieva se lo pasaba muy bien con cierta rubia con la que estaba más que cariñoso, y juntos desaparecían durante buena parte de la noche
“No vi que pasó, pero había un movimiento extraño y vi que se fueron juntos y se metieron juntos al baño”.
Las imágenes que prueban la infidelidad del novio de Tamara Falcó
“Se comporta como una persona totalmente soltera. Las actitudes que tuvo con las personas de la discoteca eran de tonteo extremo”, alegaban al respecto.
“No disimula. Las imágenes que he visto con la chica rubia son delante de absolutamente todo el mundo que había en a la discoteca”.
Y ese extraño comportamiento ha hecho pensar que el empresario y Tamara podrían tener una relación abierta.
El proyecto que los une definitivamente
“Creo que tienen una relación abierta cien por cien, ella tiene que saberlo”, comentaban aquellos que pudieron presenciar el desenfreno de Onieva en una discoteca.
Aunque ninguna de esas comprometidas escenas ha hecho dudar a Falcó de la lealtad de su novio. De hecho, la marquesita de Griñon incluso se atrevía a bromear con esa situación.
“Hemos hecho un pacto, yo voy a su discoteca y él viene a misa”, aseguraba confiada. Sin embargo, desde el círculo cercano al empresario, todos parecen coincidir en que “es muy buen amigo, pero como pareja es un pieza”.
Además, Isabel Preysler “nunca ha visto con buenos ojos esta relación y siempre le ha trasmitido a su hija que no era un chico adecuado para ella”.
Pero, pese a todo, Falcó sigue decidida a seguir adelante, e incluso se anima a emprender nuevos proyectos en pareja.
De hecho, ambos triunfan en sus respectivos ámbitos profesionales, pero han decido unir fuerzas.
Mientras Tamara puede presumir de tener una línea de joyas, su primer libro de cocina, un documental en proceso e incluso su propio restaurante, Onieva triunfa en el mundo de la noche.
Era a finales de febrero cuando Íñigo Onieva daba el paso de crear su sociedad Meva Hospitality SL, que se dedica a “la explotación de salas de baile y discotecas, restauración, hostelería, organización de eventos e intermediación del comercio de productos diversos”.
Justo por eso, no cabe duda de que el empresario podría estar apoyando de alguna manera en el futuro a su chica para cumplir su gran sueño empresarial en el mundo de la gastronomía.
De esa forma, la parejita estaría unida más allá de lo personal, sino también por lo profesional. Eso, sin contar con los futuros planes que pudieran tener.
Y entre ellos podría encontrarse pasar por el altar, tal y como manifestaba la propia Falcó. De hecho, su círculo más cercano opina que “cualquier día darán la noticia”.
Aunque la hija de Isabel Preysler dejaba claro que no piensa hacer una gran celebración. “No creo que la hiciese gigantesca. Mi padre me contó que en su primera boda seguía saludando a gente al final de la noche”.