Tamara Gorro ha relatado uno de los episodios más terribles de su vida y que tuvo lugar cuando apenas tenía 9 años.
"Lo más difícil de contar ha sido este episodio. Darme cuenta que no he sido feliz, aunque mi familia lo ha intentado", reconoce la influencer.
"Para mí contar esto es una liberación. La gente que me conoce va a saber por qué he llegado a este punto, por qué soy cómo soy, por qué tengo ciertas actitudes. Mi intención era sentirme libre".
Tal y como Tamara explica en su libro, con 9 años su mayor ilusión era poder asistir a un campamento, al igual que hacía el resto de sus amigos. "Eran días de estar sin padres, de dormir en tiendas de campaña, de hacer juegos muy divertidos", recuerda.
"Me encantaba oírles y me apetecía vivir algo así. Tanto se lo pedí que un año ella accedió. Con una amiga suya, nos buscaron un campamento para su hija, que también era mi amiguita, y para mí. Encontraron uno que les daba confianza".
Sin embargo, una tarde su vida quedaba marcada para siempre cuando un hombre se cruzaba en su camino. "Un señor mayor que era el padre del dueño del campamento".
"Este hombre era amable, le conocíamos todos. Se acercó al lavabo en el que yo estaba apoyada y me preguntó si me quería ir con él a pasear al perro".
El infierno al que hizo frente Tamara Gorro
En ese momento, y con la mentalidad de una niña, Tamara accedía encantada. "Yo emocionada le dije que sí, su perro me encantaba. Comenzamos a caminar por el campo, entre muchos árboles. No recuerdo si hablamos o no, ni de qué ni de nada. Sólo tengo la imagen de lo que ocurrió después".
"Yo miraba alrededor, estábamos ya muy lejos, no se veía a nadie, sólo árboles y campo". Entonces "se acercó a mí, me cogió con las manos por los dos mofletes, comenzó a presionar mi cara y luego me la acercó hacia su boca..."
Una terrible experiencia de la que, por suerte, pudo escapar reuniendo una gran valentía. "Le di un golpe con la rodilla, creo que en su tripa, porque automáticamente dio un grito fuerte. Yo no le vi la cara, o no me acuerdo".
Después, echaba a correr de vuelta al campamento, donde no tardaron en contactar con sus padres.
"Me pidieron que hiciera mi mochila y recogiera todo porque mi madre venía de camino a por mí. Llegó al poco tiempo, salí corriendo y la abracé. No recuerdo nada más".
Unos recuerdos muy dolorosos que creía haber enterrado para siempre, pero que a día de hoy podrían ser el origen de la fuerte depresión que padece.
Así, asegura estar preparada para la repercusión que puedan tener sus palabras. "Voy a ayudar a muchas mujeres contando esto. Hay que sentirse libre".
Otros famosos que fueron víctimas de abusos
Aunque ella no es la primera que relata en primera persona un episodio de abuso infantil, ya que otros rostros conocidos como Nieves Herrero también sintieron la necesidad de compartir su terrible experiencia.
"Recuerdo sus manos y sus cosquillas. Sus cosquillas que no tenían que existir porque llegaban donde no tenían que llegar. Eran manos de plomo, manos que pesan. Desde entonces siento que hay manos de plomo que pesan en el alma".
Para ella, "compartir es quitar peso a la conciencia, es denunciar y visibilizar un enorme problema de nuestra sociedad que tenemos que cortar de lleno".
También Laura Escanes pasaba por un trance similar en su adolescencia. "No sé dónde estarás ahora, pero sí que sé que eso lo llevarás clavado en tu mente para siempre".
"Yo no soy culpable, yo no me dejé. Yo confiaba en ti, y tú te aprovechaste de mí. De mi inestabilidad y de mi alma rota", sentenciaba.
Por su parte, Enrique del Pozo declaraba que había sido víctima de abusos por parte de un cura de su colegio.
E incluso estrellas internacionales como Pamela Anderson u Oprah Winfrey hicieron frente a terribles experiencias en su pasado.
La protagonista de Los vigilantes de la playa sufrió abusos por parte de una niñera cuando tenía 6 años, y más adelante el hermano de un amigo suyo la violó. "Él tenía 25 años y yo 12. Decidió que me enseñaría a jugar al backgammon, lo que acabó en un masaje en la espalda, que condujo a una violación".
Tampoco fue fácil la niñez de la popular presentadora norteamericana, que fue víctima de una violación cuando tenía nueve años, y sufrió abusos constantes entre los 10 y los 14 años.
"Cualquiera que haya sido abusado, física o verbalmente, va a tener que invertir una gran parte de su vida en reconstruir su autoestima".