Carla Vigo sigue teniendo muy presente a su madre, Erika Ortiz, a pesar del tiempo pasado. Concretamente, se han cumplido quince años desde aquel terrible día en el que su vida cambiaba para siempre.
En ese momento, la familia se veía obligada a tomar decisiones drásticas para proteger a Carla, que apenas tenía seis añitos.
Sin embargo, ella no perdona que intentaran ocultarle cierta información. "Me lo dijeron en casa, también lo leía fuera. Pasé unos días muy enfadada con mi familia por no habérmelo contado antes", se lamentaba en una reciente entrevista.
Todavía a día de hoy, la sobrina de la reina asegura que es incapaz de comprender el motivo por el que su madre llegaba a ese punto.
"No lo entendí muy bien. ¿Qué habría pasado para que llegara a ese punto? ¡No te puedes poner en su piel!", comprendía con el paso del tiempo.
Además, para gestionar su duelo, la actriz llegaba incluso a escribirle cartas, las cuales jamás llegó a enviar.
"No sé para qué, las guardaba en un cajón. A veces las leo", reconocía. Quizás, para sentirla más cerca. "Los recuerdos que tengo son muy bonitos".
Tras haber debutado en el mundo de la interpretación, Carla siente que su madre estaría muy orgullosa. "Ella también trabajaba en el teatro y había hecho cosas con Tamara Rojo", explica Vigo.
Al igual que su abuela Menchu, a la que también tiene muy presente. "Le escribí un whatsapp diciéndole: 'Aunque no lo sepas, ya he conseguido ser actriz'".
Carla Vigo se pronuncia sobre la perdida de su madre
Hace un tiempo, Carla hablaba en profundidad sobre la forma en la que había sobrellevado su duelo.
"Sinceramente no se supera y menos de la forma que me pasó a mí, aprendes a vivir con ello y se tarda mucho", se sinceraba con sus seguidores.
"Primero es la negación, piensas que es una broma. La segunda, aceptación, es la más dura porque te da un golpe de realidad y te das cuenta de que no la verás más".
"Y tercero, aprenderás a vivir con ello, es la más fácil. Creo que dependiendo de la relación que tengas con esa persona la superas o no", añadía.
Eso sí, con motivo del Día Mundial para la Prevención del Suicidio reivindicaba que "su madre no es una cifra".
E incluso se animaba a dedicarle una emotiva carta. "A veces pienso qué te hicieron. Yo sé que no eras tú y que si, hubiese sido por ti, no hubiese cambiado nada".
"El hecho es que cambió y yo pienso en ti todos los días y, aunque a veces llore, pienso en ti de una forma alegre. Pienso en nuestros viajes, en nuestros momentos juntas, etc. Fue breve, sí, pero también fue intenso y vaya si fue intenso".
Lamentablemente, Carla guarda muy pocos recuerdos junto a su madre, ya que era muy pequeña en el momento de la tragedia. Pero, aún así, jamás ha dejado de pensar en ella y echarla de menos.
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"Nos pasaron más cosas en seis años que a alguien en toda una vida. Hoy es un día triste para mí y te juro que sé que no te gusta verme triste y yo no lo estaría, pero a veces pasa. Los humanos somos así. Te quiero".
De esa forma, la joven demostraba que entendía la decisión de su madre y la perdonaba por lo ocurrido.
"Cuando alguien a quien quieres se convierte en un recuerdo, su recuerdo se convierte en un tesoro", compartía dejando claro sus sentimientos.