Lydia Lozano es una de las colaboradoras más queridas de Sálvame, lleva muchos años en televisión y el público le adora. El programa hizo varias encuestas para saber qué tertuliano era el favorito y Lozano siempre ocupa el puesto más alto. Se ha ganado a la audiencia, pero todavía hay muchas cosas de ella que no han salido a la luz.
Lydia Lozano tiene una relación fantástica con sus compañeros de redacción, adora a todos los que trabajan fuera de cámaras. El problema es que ha tenido muchos encontronazos con el resto de colaboradores, como por ejemplo con Kiko Hernández. Es cierto que la situación se ha calmado en los últimos meses, pero sigue teniendo varias cuentas pendientes.
Lydia se ha llevado muchos disgustos porque algunos rostros de Sálvame le han acusado de ser “una mala compañera”. Ella lo tiene claro: nunca ha hecho nada que pueda perjudicar a nadie, todo lo contrario. Alardea de haber ayudado a todos los que se lo han pedido, dice que es muy generosa con los compañeros de profesión.
En España Diario TV podemos confirmar esta versión. En varias ocasiones hemos contactado con ella y siempre hemos recibido una respuesta amable. De eso precisamente va el vídeo que ya se ha convertido en lo más comentado de Twitter.
Lydia Lozano estalla: 'Estoy hasta los cojo**'
Lydia recibió una llamada durante una publicidad, no conocía el número, pero descolgó para ver quién era y qué quería. Era un compañero pidiéndole ayuda y ella se prestó, pero su interlocutor le habló de muy malos modales. Lozano estalló y compartió lo que le había pasado con Chelo García-Cortés, sin saber que le estaban grabando.
Las imágenes muestran la cara más desconocida de Lydia: sincera y divertida a partes iguales. “Que me dejéis en paz. Estoy hasta los cojones de gente que te llama que encima eres educada, contestas y encima dicen: que poco empática”.
El momento ya se ha convertido en tendencia, los fans de Lozano se han rendido a sus pies. La colaboradora explicó que no entendía el comportamiento de ciertas personas. Le llamaban, era amable y no le pagaban con la misma moneda.