Hace cinco años, Meghan Markle y el príncipe Harry tomaron una decisión que cambió la historia de la monarquía británica. Se alejaron de sus obligaciones reales, un hecho que generó gran polémica. Ahora, un biógrafo real ofrece una nueva perspectiva sobre ese momento.
Según Andrew Morton, la foto del príncipe George junto a otros miembros de la familia real fue un detonante clave. A partir de la foto, los duques de Sussex tomaron esa decisión.
La imagen en cuestión fue publicada por la Casa Real poco antes de que Meghan y Harry anunciaron su retirada. En ella aparecen George, la reina Isabel II, el rey Carlos III y el príncipe Guillermo en el Salón del Trono del Palacio de Buckingham. Para Morton, esta fotografía simbolizaba que el futuro de la corona estaba asegurado, con o sin ellos.
Harry y Meghan empiezan a tenerlo claro
El biógrafo relata que la pareja comenzó a sospechar que la institución estaba en su contra. Percibieron que su papel dentro de la familia estaba en peligro. "El código tácito era simple: el futuro de la monarquía estaba firmado sin necesidad de contar con Meghan y Harry", asegura Morton.
Esta revelación pone en contexto años de tensiones dentro de la familia real. Según Morton, esas diferencias no surgieron de un día para otro. La idea de dejar atrás la vida palaciega se había ido gestando con el tiempo.
En el podcast Pod Save The King, Morton cuenta que Harry ya había hablado con Oprah Winfrey en noviembre de 2018. Era apenas seis meses después de casarse con Meghan, sobre la posibilidad de un futuro diferente. Esto indica que su decisión no fue impulsiva, sino meditada y planificada.
Tras abandonar el Reino Unido, Meghan, Harry y su hijo Archie se instalaron en Canadá y luego en California. Allí nació su hija Lilibet. Durante este tiempo, los exduques han hablado abiertamente sobre sus motivos y la vida que dejaron atrás.
Sin embargo, esta nueva versión del biógrafo aporta un enfoque distinto. Morton sugiere que la foto de George fue más significativa que la presencia de Harry. Esa imagen representaba el camino inevitable que tomaría la monarquía.
El impacto de esta información es notable. Revela una dinámica interna compleja y muestra cómo pequeños detalles pueden desencadenar decisiones trascendentales. La foto fue una señal clara para Meghan y Harry de que no serían parte del futuro de la corona.
Para muchos, esta interpretación cambia la forma en que se entiende la ruptura. No fue solo una cuestión de desacuerdos, sino una lucha por un espacio dentro de la institución. La presencia del príncipe George en la imagen simbolizó un futuro en el que ellos no tenían lugar.
Este relato también muestra la presión que enfrentan los miembros jóvenes de la realeza. El peso de la tradición y las expectativas puede ser abrumador. Meghan y Harry eligieron otro camino, buscando libertad lejos de ese entorno.
Andrew Morton, con su libro Meghan: A Hollywood Princess, aporta luces sobre la complejidad del caso. Su trabajo abre una ventana al mundo privado de una familia pública, ayudando a comprender mejor sus decisiones.
La historia de Meghan y Harry sigue generando interés. Su alejamiento sigue siendo tema de debate en medios y entre el público. Este nuevo detalle sobre la foto de George añade una pieza más a ese rompecabezas.